Creación artística y creación espiritual
Creación artística y creación espiritual
- EAN: 9788493464943
- ISBN: 9788493464943
- Editorial: Asociación Prosveta Española
- Año de la edición: 2005
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 110 X 180 mm.
- Páginas: 187
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Descripción
"La idea de creación es la quintaesencia de nuestra Enseñanza, dice el Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov. Cada ser necesita crear, pero la verdadera creación evoca elementos de naturaleza espiritual. El artista que quiere crear debe superarse, sobrepasarse, y, mediante la oración, la meditación, la contemplación, captar elementos de las regiones superiores.
Así, descubrimos que las leyes de la verdadera creación artística no son distintas de las leyes de la creación espiritual. Al construir su obra, el artista, emprende un trabajo de regeneración interna idéntica al del espiritualista, e inversamente, en sus esfuerzos hacia la perfección, el espiritualista realiza sobre sí mismo un trabajo de creación idéntico al del artista".
Indice de materias
1. Arte, ciencia y religión ( Leer capítulo )
2. La fuente divina de la inspiración
3. El trabajo de la imaginación
4. Prosa y poesía
5. La voz
6. El canto coral
7. Cómo escuchar música
8. La magia del gesto
9. La belleza
10. La idealización como medio de creación
11. La obra maestra viviente
12. La construcción del templo
13. Epílogo
Otros libros de Aïvanhov
Los poderes de la vida
Los humanos buscan los poderes, la riqueza, los conocimientos, el amor. Pues no, es la vida lo que deben buscar? Diréis: Pero ¿por qué buscar la vida? La tenemos. Lo que debemos buscar es lo que no tenemos. Estáis vivos, es verdad, pero desde el mineral hasta Dios pasando por los vegetales, los animales, los hombres, los ángeles, la vida tiene grados. No es suficiente vivir, debemos preguntarnos cuál es la vida que vivimos. Todos los temas que abordéis, todas las actividades que emprendáis sólo os aportarán algo si habéis comprendido la realidad esencial: la vida. Sea lo que sea lo que tengáis que hacer en el transcurso de una jornada, procurad que vuestra disposición de espíritu sea tal que os permita sentir circular en vosotros la vida divina, y que a través vuestro vivifique también a todas las criaturas...
Cuando el hombre toma conciencia de que es el depositario de la vida divina, la Madre Naturaleza lo considera un ser inteligente, un verdadero hijo de la luz, y le abre sus puertas, le da vestidos de fiesta para que participe en sus festines y en sus misterios.
dto.
La verdadera enseñanza del Cristo
La Enseñanza de Cristo está totalmente contenida en las pocas líneas de la oración dominical: "Padre nuestro que estás en los cielos..." Esto es lo que nos muestra Omraam Mikhaël Aïvanhov en esta obra. «Un Iniciado, dice, procede como la naturaleza: observad lo maravilloso que es un árbol, por ejemplo, con sus raíces, su tronco, sus ramas, sus hojas, sus flores y sus frutos, y cómo la naturaleza logra resumirlo magistralmente en una semilla minúscula que se planta en la tierra. Jesús hizo lo mismo: toda la ciencia que poseía la quiso resumir en el "Padre Nuestro" con la esperanza de que los hombres que más tarde lo rezasen y lo meditasen, plantarían esa simiente en su alma y la regarían, la protegerían y la cultivarían, a fin de descubrir este árbol inmenso de la Ciencia iniciática que nos ha dejado".
Indice de materias
1. "Padre nuestro, que estás en los Cielos..."
2."Mi padre y yo somos uno"
3. "Sed perfectos como vuestro padre celestial es perfecto"
4. "Buscad el Reino de Dios y su Justicia"
5. "Así en la tierra como en el Cielo"
6. "El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene la vida eterna"
7. "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen"
8. "Si alguien te golpea en una mejilla..."
9. "Velad y orad"
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Naturaleza humana, naturaleza divina
Para justificar ciertas debilidades humanas se acostumbra a decir: "¡Es humano!" Y, en realidad, si reflexionamos, "ser humano" quiere decir sencillamente: "ser animal". ¿Cómo se puede, pues, definir a la naturaleza humana? El hombre es ese ser ambiguo que la evolución ha situado en las fronteras del mundo animal y del mundo divino. Su naturaleza es, pues, doble, y lo importante es tomar conciencia de esta ambivalencia para dominarla. Si en los textos sagrados está escrito: "Sois como dioses", es precisamente para recordar al hombre la presencia escondida dentro de sí, de una esencia superior que debe aprender a manifestar. Aquí está el verdadero sentido de nuestro destino, nos dice el Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov, y es por ello que nos habla constantemente sobre este tema, ofreciéndonos los medios para que podamos hacer resurgir esos dioses que en realidad somos y que aun no conocemos.
Indice de materias
1. ¿Naturaleza humana... o naturaleza animal? ( Leer capítulo )
2. La naturaleza inferior, reflejo invertido de la naturaleza superior
3. A la búsqueda de nuestra verdadera identidad
4. Cómo escapar a las limitaciones de la naturaleza inferior
5. El sol, símbolo de la naturaleza divina
6. Dominar la naturaleza inferior explotando sus recursos
7. Perfeccionarse es dar cada vez más oportunidades a la naturaleza superior para manifestarse
8. La voz de la naturaleza divina
9. El hombre sólo puede expandirse sirviendo a su naturaleza superior
10. Cómo favorecer en uno mismo y en los demás, las manifestaciones de la naturaleza superior
11. El regreso del hombre a Dios
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Pensamientos cotidianos
En 1937, llegó a Francia el Maestro Omraam Mikhaél Aivanhov (19001986), filósofo y pedagogo francés de origen búlgaro. Aunque su obra aborda los múltiples aspectos de la ciencia iniciática, él precisa: «Cada cual debe trabajar en su propio desarrollo, a condición de que no lo haga únicamente para sí mismo, sino por el bien de la colectividad.
Entonces, la colectividad se convierte en una fraternidad Una es una colectividad donde reina una cohesión verdadera, porque al trabajar para sí mismo, cada individuo trabaja también conscientemente por el bien de todos»
12 Junio -¡Cuántas tierras se han convertido en desiertos a causa de la falta de agua! Pero también, ¡cuántos desiertos en los que se ha podido llevar el agua, han sido transformados en tierras fértiles! El agua, es la vida que circula. Aquél que quiere convertirse en una tierra fértil debe siempre dejar fluir el agua de la vida en él, sin ocuparse de saber qué árboles crecerán, florecerán y darán frutos, ni qué pájaros irán a cantar en esos árboles.
Alguien dirá: «Pero yo quiero saber de antemano cuál será el lugar de este árbol o de este pájaro, y sobre qué rama irá a cantar.» Si espera conocer todos estos detalles antes de decidirse a dejar fluir el agua, los siglos pasarán y ninguna hierba crecerá, ningún pájaro cantará. Dejad pues fluir el agua, veréis entonces cómo cada cosa encontrará su sitio cómo todo cantará, todo florecerá. Dejad fluir el agua significa no cesar nunca de amar. Pase lo que pase, nunca cerréis vuestro corazón, porque será entonces cuando dejaréis que el desierto se instale en vosotros. Los demás quizá no necesitan de vuestro amor, pero vosotros, tenéis necesidad de amar.
dto.