Para conocerse mejor a sí mismo, desde la Antigüedad el hombre ha recurrido a la Naturaleza, en este caso las estrellas. El Zodiaco establece una relación estrecha entre las estrellas del Universo y los cuatro elementos básicos que sirve para obtener los diferentes arquetipos humanos. Cada uno de ellos posee unas características que lo definen y son muy útiles para conocernos mejor a nosotros mismos y a los demás.

En el “Juego Astrológico” las fichas son las personas, partiendo de eso a cada ficha le corresponde unos números planetarios, el juego consiste en encontrar los números para uno mismo y para las fichas que nos rodean o en las que tengamos interés. Por medio de una serie de preguntas llamadas “las preguntas clave” buscaremos qué números planetarios del resto de fichas coinciden con los nuestros. Las preguntas son de carácter general y están enfocadas a la orientación, motivación, colaboración, entendimiento, sinceridad, etc. Por ejemplo, yo quiero saber en quién puedo confiar, busco la pregunta relacionada y miro si mi número coincide con los de determinada persona. La idea es que a este juego podemos jugar tanto con personas conocidas como las que acabamos de conocer. Los datos más interesantes vendrán de las personas que acabamos de conocer porque aunque tengamos una idea preconcebida de cómo puede ser nuestra relación con ellas, nos servirá de orientación, pues no todas las fichas encajan con todas.

Casi todo el mundo conoce cuál es su signo, pero pocos saben cómo se desenvuelven en el amor, cómo y en qué circunstancias más idóneas practican el amor y qué preámbulos más favorecedores emplea cada signo del Zodíaco.
El día y la hora más oportunos para hacer el amor son también unos datos importantes dignos de tener en cuenta.
Aunque realmente en Astrología no existen generalidades, sin embargo, esta obra recoge estadísticas muy completas y analizadas.