Cartas Tarot Antiguo Lombardo

El I Ching está considerado como el libro de sabiduría más antiguo del mundo. Sus orígenes, en la China predinástica, son oscuros, sin embargo sus conceptos fueron utilizados durante muchos siglos antes de ser puestos en forma escrita y de que inevitablemente, se convirtieran en algo más formal. El I Ching se basa en el concepto de la sincronicidad. La situación única que nos mueve a pedir la guía del I Ching, interviene para que la mano elija la carta que se sincroniza con nuestro problema. Si hiciésemos la misma pregunta más pronto, o si la hiciésemos más tarde, podríamos obtener una carta distinta y una instrucción diferente. Normalmente, el consejo que se recibe en la primera ocasión sigue teniendo vigencia durante días, semanas o incluso meses. En cualquier situación existe una una multitud de posibles recursos de acción. La ruta que el I Ching sugiere es la que seguiría el sabio. Es también el curso de la acción que está en sintonía con las Leyes de la Naturaleza, con la inevitable moralidad del Universo.

Una baraja de imágenes es como un libro mudo, sin palabras escritas que formen frases y párrafos; ello permite que las imágenes se puedan interpretar desde cualquier idioma, por lo que su universalidad es mucho más amplia.

  Las páginas de la baraja están sueltas y en el libro vienen cosidas, esta diferente estructura permite que el orden de las páginas de la baraja pueda ser alterado, dando lugar a infinitas combinaciones posibilitando, a su vez, otras tantas lecturas diferentes. Esa es su virtud, pero también su principal dificultad, ya que, el lector (tú, yo, nosotros) no podremos dejarnos llevar por lo que otro ha escrito, si no que tendremos que narrar con nuestras propias palabras lo que las imágenes nos inspiren. Con esta baraja intentamos aportar una visión hermenéutica del universo de la Cábala, una propuesta hecha en ese espíritu de subversión que cuestiona las maneras de expresión que guardan obediencia a las ideas y valores dominantes.