Enseñanzas espirituales
Enseñanzas espirituales
- EAN: 9788472452626
- ISBN: 9788472452626
- Editorial: Editorial Kairós, S.A.
- Año de la edición: 1753
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 200 X 130 mm.
- Páginas: 156
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Disponible 48/72 hoas
Descripción
La esencia de la enseñanza oral y escrita de uno de los más grandes clásicos de la mística de todos los tiempos transcrita en un libro ameno y asequible a todos. Contiene un interesante glosario y un prólogo de Carl G. Jung.
Otros libros de Advaita
Despertar del sueño
Steve Taylor describe en esta obra que nuestra conciencia habitual es en realidad una especie de sueño del que a veces «despertamos» para acceder a una realidad más intensa, plena, completa y satisfactoria. Además, ofrece una explicación clara sobre los estados superiores de conciencia, también llamados experiencias de despertar.
A lo largo de estas páginas, el autor explora en profundidad:
· Los métodos que los seres humanos hemos utilizado a lo largo de la historia para inducir experiencias de despertar, incluyendo la meditación, el sexo, el deporte, las sustancias psicodélicas y la privación del sueño.
· El hecho de que los estados superiores de conciencia hayan sido (y en algunos casos aún sigan siendo) normales y naturales en algunos pueblos del mundo.
· Los mecanismos con los que podremos conseguir que estar despiertos vuelva a ser nuestro estado habitual.
Al explicar las experiencias del despertar, Taylor las hace más accesibles y las convierte en el vehículo de una auténtica revolución en nuestro desarrollo psicológico como seres humanos.
dto.
La transparencia de las cosas
«La Conciencia es de forma natural una con todas las cosas. Sin embargo, a veces se contrae a sí misma, se reduce a un cuerpo, y esta autocontracción requiere un mantenimiento constante. Sin ese mantenimiento, la autocontracción se va desplegando gradualmente y la Conciencia regresa a su estado natural. El deseo y el miedo son dos de las principales formas en que la Conciencia mantiene su autocontracción como una entidad separada. En cuanto un deseo se satisface, llega a su fin, desaparece. El fin del deseo supone el fin de la autocontracción, lo que a su vez provoca que la Conciencia regrese a sí misma, que experimente nuevamente su propia naturaleza ilimitada. Esta experiencia es lo que llamamos Felicidad». En textos como este, Rupert Spira nos desvela el propósito de La transparencia de las cosas: observar con claridad y sencillez la naturaleza de la experiencia sin intentar cambiarla, para llegar de una manera directa a darnos cuenta de nuestra naturaleza esencial. Gracias a las contemplaciones de este libro, veremos que es la presencia consciente la que adopta la forma de nuestra experiencia en cada momento, sin dejar de ser siempre eso mismo: presencia, de modo que comprendemos que nuestra experiencia es y ha sido siempre una totalidad sin objetos ni partes separadas.
dto.
Autoconocimiento
Si miramos la historia de la humanidad en su conjunto, observamos la presencia de persistentes conflictos que han lacerado el conjunto y la armonía social, determinando las relaciones de manera relevante. Luchas cruentas y en todos los estadios –político, económico y religioso– se han llevado a cabo en nombre de ideales que, acto seguido, han sido rechazadas e incluso olvidadas.
Sin embargo, no han faltado ni faltan enseñanzas adecuadas, ni inteligencia para comprenderlas, por tanto, podemos preguntarnos: ¿qué es lo que no funciona en la estructura mental del hombre? ¿Carece quizás su corazón de la predisposición a la comprensión? Si observamos atentamente, podemos notar que hay, y siempre hubo, hombres que intentan practicar la armonía y la caridad, el amor y la humildad; grandes personalidades que encarnan, viven y expresan principios de armonía y sabiduría; individuos que incluso dan la vida por otros.
A lo largo de su historia, el individuo se ha dedicado sobre todo a la cantidad de sus adquisiciones, más que a la calidad; a satisfacer la exigencia inmediata más que el largo plazo; al triunfo de sus propios deseos, sin armonizarse con el grupo al que pertenece. La humanidad en su conjunto no ha abordado el problema más profundo, esto es, el que concierne a la naturaleza del deseo y del yo en tanto que ente individualizado y separado, que adquiere gozos heterogéneos.
Si el individuo se dirige hacia su exterior para encontrar aparente, momentánea perfección, significa que no está en paz consigo mismo; debe reconocer que a su yo le falta algo que sólo podrá encontrar interiorizándose y modificando su propia disposición hacia el objeto o el evento.
El individuo está tan acostumbrado a proyectarse con su inteligencia empírica fuera de sí mismo, que no encuentra un momento para “pensarse”, comprenderse y resolverse.
El hombre quiere transformar la sociedad sin transformarse a sí mismo: éste es el meollo de la cuestión. Mientras no vaya al fondo del problema, que es el autoconocimiento y de la autorrealización, siempre será conflictivo, inarmónico y estará enajenado. Rechazar o aplazar la propia armonía interior significa crear inevitablemente conflictos tanto en el interior como alrededor de nosotros. Rechazar una educación capaz de armonizar nuestra psique significa tener y dar infelicidad.
Sería útil reconocer que el ente humano es algo más que un “yo psicológico”; este reconocimiento podría abrir las puertas hacia algo que podríamos definir como “conciencia universal”, conciencia que el individuo ya tiene en potencia.
Este libro sólo quiere ser una sintética y llana exposición de la estructura psicológica humana y de los movimientos energéticos que adquieren determinadas direcciones. Puede ser útil sobre todo a quienes carecen de una preparación específica sobre el problema.
dto.
Fuego de Filósofos
En el conocimiento tradicional, el que se enlaza con los Misterios Sagrados occidentales y con la Sagrada Tradición de los Veda Upanisad (citando tan sólo dos Ramas de la Fuente única), el aspecto teórico y el práctico realizador siempre van unidos. La filosofía, como expresión de tal conocimiento, se desarrolla, pues, en dos directrices capaces de otorgar a la figura del Filósofo o Conocedor tradicional su peculiar característica: la de plantear una "visión" y la de encarnarla.
En este libro, como en todas las obras previas, Ráphael une notas de puro conocimiento (véanse por ejemplo los capítulos "Metafísica realizadora", "Ser, libre albedrío, liberación" y "Ser-constante") a sugerencias para la realización práctica, demostrando un conocimiento integral de lo que él llama —con la conciencia del significado profundo de la palabra— individualidad. Así nacen capítulos como "Fraternidad".
Los libros de Ráphael no son ensayos más o menos extensos para hacer alarde de habilidad mental y conocimiento erudito, sino libros sintéticos, esenciales, que apuntan al "corazón" más que a la mente del lector; corazón que no es sentimentalismo, sino inteligencia comprensiva; es el "Intelecto de Amor".
dto.