Tsimtsum. El origen del mundo y lo divino
EL ORIGEN DEL MUNDO Y LO DIVINO
«Este libro brillante, que traza los orígenes y la posterior transformación de la noción de tsimtsum –desde Luria hasta el arte contemporáneo–, es una lectura necesaria para todo aquel interesado en la historia intelectual occidental moderna.»
Agata Bielik-Robson,
Universidad de Nottingham
La palabra hebrea tsimtsum significa literalmente «contracción», «retirada», «limitación» y «concentración». En la cábala, apela a la autolimitación que Dios se impone antes de la creación del mundo, con el fin de poder crearlo. El místico judío Isaac Luria acuñó este concepto en el siglo xvi, proclamando que Dios, como Ein Sof, como el Todo Supremo omnipresente e infinito previo a la creación, debe concentrarse en sí mismo en el tsimtsum antes de retirarse y dejar espacio para la creación del mundo en el centro de lo divino, al mismo tiempo que autolimita su omnipotente infinitud para permitir que surja el mundo finito. Así pues, sin tsimtsum no hay creación, de ahí que sea uno de los conceptos medulares del judaísmo.
La enseñanza del tsimtsum, que apareció en los textos jasídicos como una de las nociones más importantes de la cábala, ha fascinado a filósofos y cabalistas como Gershom Scholem o Hans Jonas, pero también a artistas de los siglos XX y XXI como Barnett Newman, Christoph M. Loos o Anselm Kiefer.
dto.