Tratado de la Música Hermética - Volumen II
Segundo volumen sobre música hermética, una vez asentado el cuerpo musical y los casos de estudio del volumen primero. Como consecuencia de la exégesis del Timeo de Platón, y del desarrollo de la Onda Hermética como aportación final del tratado, tenemos:
las Musas y las esferas planetarias
Génesis comparado con el Alma del Mundo
luz, calor y humedad en ley natural
metáfora de la iluminación interior musical
modos griegos
melodías para los momentos del día, e instrumentos con que tocarlas
práctica hermético-musical
la onda filosófica
la triple faz de la música hermética (diagrama final del tratado)
Más: Hasta la concepción del Harmonices Mundi de Kepler (1619), las ideas en torno a la distribución del camino de las esferas planetarias como pathos ontológico que gravitara en torno al éxtasis místico dependían del simbolismo del número para su existencia. Símbolos-número que como atributo significaban la misma esfera y las distancias entre ellas. Sin número, no podía haber equilibrio, o más propiamente es decir justicia, como algo emanado de lo alto y que garantizaba una condición indispensable para la vitalidad inicial de los seres. De esa justicia, la Harmonía de las Esferas ha de nacer por resonancia con el microcosmos. La esfera/sefirot/eón es así un orbe reflejo hacia fuera del terrestre y hacia dentro del universal que permite colocar en él, en el sentido imaginativo, ideas que distinguimos por su funcionamiento dentro de nuestras dinámicas observables (lo físico, mundo de la materia).
En el tránsito por las esferas, la música se desarrolla como el lenguaje del rito ontológico. Un mito sonoro en la cúspide de la razón, y naciente de los intervalos de pitágoras y su Tetraktys; de Fludd y su monocordio rosacruz; de Kircher y su combinatoria arcana, para así renacer la doctrina hermética de la música. En el presente volumen se incluyen las pautas técnicas para el rito hermético de la música, con melodías y momentos que sostienen en el sonido el saber que se ha presentado en este y el anterior volúmenes. Cuenta con una exégesis musical del Timeo de Platón, del Bereshit (Génesis) de la Torah, y del desarrollo ontológico de la Onda Hermética que ya se trató en el anterior volumen de la serie.
dto.
La cábala del cisne y el canto lunar de Orfeo
Orfeo quiso no poca cosa al pretender la ascensión de Eurídice de nuevo al baño de los rayos de Apolo. En las notas musicales y los intervalos de la cítara, se adivina la presencia de una concordia frente a la deformidad de la psique profunda del hombre; de un amor verdeante de las emociones humanas. Este libro supone adentrarse en el simbolismo de la luz y la música, bajo el paraguas de la música hermética, para explicar cómo lo hace Orfeo; qué obtiene de su viaje al Tártaro de los primeros mares de la humanidad; y qué lo capacita para después fundar los ritos órficos.
Se trata, en definitiva, de un estudio de la mística del mito, atendiendo a la recuperación y sublimación de un eterno femenino purificador del viaje del héroe-músico, transformado ahora en el órfico caballero del grial.
Este primer canto de la Cábala del Cisne supone un resurgir del misterio musical.
dto.
Tratado de la Música Hermética - Volumen I
El autor de La Lira de Hermes acerca aquí la recuperación del hermetismo musical a los lectores. Escrito como armónico mismo del ciclo que aglutina los saltos en el saber musical ('Armónicas' de C. Ptolomeo, 'De Musica' de Boecio, 'Utriusque Cosmi', de R. Fludd), el presente libro es el tratado de Música Hermética continuador de dicha tradición.
En él se asienta una Sofía para la música, ligando su física y su metafísica, su sonido y su silencio. Articula cómo la música opera sobre el alma a través del análisis, comentario y desarrollo de textos antiguos. La música hermética comprende así la tradición de la naturaleza del alma con respecto a la operación que sobre ella aplica la música, o el llamado fuego secreto de la inspiración artística. Aquí se plantea tal y cómo se ha de estudiar la música para ocupar su lugar natural, y el por qué el individuo y el colectivo son transformados por ella. Si el ser humano es movido por fuerzas ligadas al fenómeno ondulatorio (ciclos), se configuran sus ondas internas (anima/animus) como si de un instrumento musical se tratase.
El subtitulo 'Del Conservatorio al Especulatorio Musical' hace referencia al fin de los conservatorios y escuelas de música, por carecer estas ya de sentido y legitimidad para la enseñanza de la música más allá de una repetición mecánica que desatiende los asuntos del alma.
dto.