El mundo astral
La física tradicional clasificaba la materia física en los tres estados: sólido, líquido y gaseoso, porque no conocía otros. Pero la física moderna ha descubierto por lo menos una modalidad de materia más sutil que los gases, a la que ha llamado "materia radiante" o "ultragaseosa" y nosotros sabemos que con el tiempo descubrirá la ciencia experimental cuatro estados de materia superiores en sutilidad al gaseoso, o sea los cuatro éteres que con los estados gaseoso, líquido y sólido constituyen los siete subplanos del mundo físico.
Inmediatamente superior en rapidez de vibración al plano físico encontramos el plano de las fuerzas, del que muy poco conoce la ciencia positiva, aunque los fenómenos de la radiactividad dan algunas vislumbres de este plano de manifestación, que también tiene siete subplanos y la séptuple resubdivisión peculiar de todos los planos.
Hay fuerzas menos y más sutiles que las ordinarias, fuerzas naturales conocidas actualmente por la ciencia, y estas fuerzas desconocidas del mundo profano son precisamente las que determinan en apariencia maravillas de la ciencia que vamos a estudiar, sobre todo la energía pránica que desempeña parte principal en estos fenómenos.
Al plano de las fuerzas sigue en sutilidad de vibración el plano astral del que hemos de ocuparnos en la presente monografía.
Las fuerzas de la naturaleza no son perceptibles por los sentidos corporales más que cuando se manifiestan por medio de la materia, y entonces las conocemos experimentalmente por sus efectos. Nadie puede ver, ni oír, ni saborear, ni oler, ni tocar, la electricidad; pero se convence de que existe realmente cuando recibe una descarga eléctrica.
Nadie puede percibir sensorialmente la gravedad; pero no duda de su existencia cuando ha de levantar un peso del suelo, o si se tropieza y se cae en medio de la calle. Por este motivo, los estudiantes adelantados afirman que: "cuanto más sutil es un objeto de percepción, mayor es su grado de relativa realidad".
Por lo tanto, no se ha de creer que el mundo astral sea una quimera, un espejismo, una falacia de la fantasía, puesto que es una realidad, aunque repetimos que no hablamos de realidad en el concepto metafísico y absoluto, pues en este caso el universo entero es una ilusión comparado con el Único mundo real, el del Absoluto, la Única Realidad.
dto.
El aura humana
El Aura es una sutilísima radiación o emanación de materia etérea que rodea como una atmósfera a todo ser humano y que se extiende en todas direcciones hasta una distancia de seis a diez centímetros, en la generalidad de las gentes, aunque su área depende del grado de evolución del individuo, de suerte que mientras hay auras que no se extienden más allá de dos o tres centímetros, la de un Maestro abarca algunos kilómetros a la redonda.
Nosotros trataremos aquí del tema como si el lector hubiese oído hablar por primera vez del aura humana y no tuviera otro conocimiento.
Swami Panchadasi
SWAMI PANCHADASI fue un discípulo de Baba Bharata, un famoso Yoghi que visitó los Estados Unidos para dar a conocer el yoga y que a su vez era discípulo del maestro hindú Ramacharaka. A partir de su influencia surgió un nuevo tipo de psicología y de filosofía, basado en la importancia del pensamiento y de la mente y que haría cambiar los conceptos existentes sobre la vida espiritual del hombre.
dto.