Documentos de la Iglesia Secreta I
El material que conforma este libro ha aparecido del 4 de febrero al 9 de junio de 2014 en una página de Facebook titulada Miscelánea Hermética. Está formado por citas de la obra de Federico González Frías que dicha página publica diariamente y que en este caso comprenden las selecciones de los primeros cuatro capítulos de su libro El Simbolismo de la Rueda.
El propósito de la página Miscelánea Hermética es el de plantear un pensamiento inspirador que cotidianamente concentre la meditación de los interesados en el Conocimiento, el cual es para la Tradición Hermética la identificación con otros planos o niveles de la Realidad, que nos conforman a nosotros y al mundo, y a los que se acercan con el apoyo de los vehículos simbólicos, los cuales han de ser enseñados, en primer lugar porque han quedado obviados por la cultura oficial, y en segundo porque al ser humano todo nos lo tienen que enseñar y mucho más aquello que tiene que ver con los intermediarios de lo sagrado, capaces de generarlo o de actualizarlo en el interior de nuestra conciencia.
La poesía es un bien que involucra a las Musas, quienes son entidades intermediarias que conducen a los ámbitos de la Memoria (su madre). Ellas cantan ante todo la creación, la cosmogonía que ha instaurado un orden en el caos y que incluye la creación del hombre, habitan en la montaña y desde allí dicen cuando quieren sus verdades. Se ha establecido su número en 9 y el centro de ese círculo es el dios Apolo (Musageta, labor también efectuada por Hércules y sin duda por el Hermes de la lira en el cielo).
A ellas se encomienda este coro de voces que siguiendo su inspiración, al mismo tiempo trenzan inevitablemente una poética que se conjuga de pronto como una obra de teatro en la que unas responden a otras o se les suman o inauguran nuevos aspectos del tema o traen a colación los discursos de otros miembros de la Cadena Áurea, que iluminan el espacio intelectual de la Tradición en el tiempo: haciendo al pasado presente y al presente más amplio en el espacio simbólico. Y esta armonía no es la de un guión preestablecido sino la natural de las Ideas, los Arquetipos, que abarcan todo aquello que es símbolo, mito y rito –los modelos de toda acción y pensamiento humanos, que adquieren aquí una forma que diríamos de celebración invocante, conjugando muchas veces dos aspectos opuestos y complementarios de una sola realidad: lo apolíneo con lo dionisíaco que por cierto está vinculado con los orígenes del teatro, sean los actores asociados a las representaciones de los misterios o los que dan voz al Colegio Invisible o Iglesia Secreta.
*La Colegiata nace en el año 2007 en el seno del Centro de Estudios de Simbología (Barcelona y Zaragoza) fundada y dirigida por Federico González Frías como una nueva posibilidad de difundir el conocimiento de los símbolos universales y su significado utilizando como soporte el teatro y las artes escénicas.
Fruto de su labor ha sido la puesta en escena de las siguientes obras de su director: Noche de Brujas, auto sacramental en dos actos; En el Útero del Cosmos, comedia hiperrealista de alcance subliminal; En el Tren; Lunas Indefinidas; El Tesoro de Valls; y Monólogos, escrita esta última por miembros de La Colegiata.
En el presente libro vuelcan su trabajo en comentarios sobre estos textos simbólicos: las citas de El Simbolismo de la Rueda que cual brújula les orientan en su rito diario de lectura, meditación y escritura «para ser jalados hacia el Silencio, la Oscuridad y el Misterio, es decir hacia el No-Ser.»
dto.
Documentos de la Iglesia Secreta II
Este segundo volumen reúne, como el anterior, los comentarios a los textos de la obra de Federico González Frías, El Simbolismo de la Rueda, seleccionados y reunidos por María Victoria Espín para la página de Facebook llamada Miscelánea Hermética que él dirige, donde aparece «un pensamiento o meditación» extraído de ese libro para cada día.
Se dice en Introducción a la Ciencia Sagrada, texto imprescindible para el estudio, la aprehensión de la doctrina y el conocimiento del Sí Mismo, que estas enseñanzas «requieren de paciencia y voluntad para desarrollar la energía llamada inteligencia» pues es esta energía en conjunción con la Sabiduría, o sea las ideas-fuerza primordiales que todos portamos dentro en potencia, las que activadas y despertadas nos enseñan a pensar y a desarrollar un recto juicio, es decir, a discernir, a diferenciar entre lo sagrado y lo profano, lo verdadero y lo falso, y a penetrar en lo más profundo de nosotros mismos «en el conocimiento de lo que somos, de nuestra propia identidad».
Dejemos que los hados nos conduzcan a la Grecia del s. IV a. C., a los Jardines de Academo donde se reunía la Academia Platónica, y oigamos al divino Platón quien nos describe en un diálogo entre Sócrates y el rapsoda Ion lo que es la imantación por la Palabra, que en nuestro caso, ha sido por la de Federico, nuestro guía intelectual, quien nos ha transmitido la energía espiritual contenida en Ella despertando en nosotros la Inteligencia, y el Amor al Conocimiento, y además, podría decirse con toda certeza, que nos ha iniciado en el oficio de la escritura, en el lenguaje hermético, propio del dios Thot, escriba divino, a este grupo de aedos, cantores y algunos auténticos poetas navegantes en la barca acorazada por las aguas de este fin de ciclo. Y agarrados al hilo que nos tienden los dioses hemos podido salir del Olvido, y recuperar la Memoria, y la ‘audición’ de lo que en verdad somos; la Palabra se ha hecho ‘carne’, ha encarnado en el corazón de aquellos que se han abierto a recibirla actualizando la posibilidad de retornar al Origen Divino.
Según algunos autores la poesis es un estado del alma, también la inspiración poética, el enthousiasmos divino, el delirio que experimenta el poeta provocado por las Musas. Este término deriva del griego que significa ‘creación’, es decir crear, ‘hacerlo,’ análogo a cualquier proceso creativo desde la nada, o sea a la ‘actividad creadora’ que además resulta ser una forma de conocimiento pues cualquier verdadera creación, a saber, ‘hecha con arte’ resulta de la génesis de algo que siendo potencia se actualiza, acción que ocurre en el interior del corazón del poeta-artista capaz de recrear nuevamente el mundo por la sola acción de nombrar lo que piensa.
Esta acción está íntimamente relacionada con la Belleza y la intuición interior que produce una emoción intelectiva que posibilita «dar a luz» a algo «que no era, hasta el momento de su manifestación» o como lo expresa Platón en el Banquete, por boca de Diotima, la sabia de Mantinea, maestra de Sócrates, quien le «enseñó, también las cosas del amor»: «la causa que convierte cualquier cosa que consideremos de no-ser a ser». Y agrega que:
«... no se llaman creadores, sino que tienen otros nombres y que del conjunto entero de la creación se ha separado una parte, la concerniente a la música y al verso, y se la denomina con el nombre del todo. Únicamente a esto se llama, en efecto, ‘poesía’ y ‘poetas’ a los que poseen esta porción de creación».
dto.