En la segunda edición de su libro, los psicólogos y astrólogos Enzo de Paola y Juan Carlos Gómez, profundizan en la psique humana, analizando la personalidad a través de los decanatos de Manilius. Nos ayudan a entender que un planeta representa una función humana matizada con un signo zodiacal; además, se encuentra en un decanato, lo cual ofrece una mayor información, comprensión y personalización que enriquece la exploración de lo psicológico y terapéutico.

Esta obra, es un fascinante viaje de autodescubrimiento que permite estudiar y comprender mejor a cada ser humano. La motivación de los autores surge no solo de sus experiencias con la Astrología Psicológica, sino también de casos de estudios sistémicos y de la poca literatura que existe sobre el tema.

Esta edición incluye capítulos adicionales que enriquecen y facilitan la comprensión de los conceptos, mayor calidad en las imágenes de los ejemplos y un prólogo sumamente revelador escrito por Eliseo Gallardo.

Desde muy antiguo son conocidas las propiedades energéticas de las gemas y de los cristales naturales. Sus vibraciones, que van más allá de su estructura mineral, han sido objeto de atención de todas las culturas y han sido señas de identidad de civilizaciones, poderes espirituales y terrenales, premoniciones, deseos, reflejos de la personalidad y estados anímicos. Si las estrellas y los planetas vibran con energía propia con una armonización que se plasma en una carta astral concreta, también las gemas irradian una sutil energía de vibración que puede entrar en resonancia con las fuentes energéticas de nuestra carta astral, potenciando ciertos aspectos, armonizándolos o añadiendo aquello que está en déficit.

Gran conocedor de las energías astrológicas y gemológicas, Tito Macià nos ofrece una auténtica joya del saber gemoastrológico. Con lenguaje ágil y ameno, nos expone, una a una, todas las piedras preciosas y semipreciosas que ejercen algún tipo de influencia astrológica; nos indica cómo se reconoce y diferencia cada especie mineral para diseccionar, a continuación, todo el saber acumulado (clásico y contemporáneo) de sus propiedades, con recomendaciones de uso personal.

Ningún astrólogo va hasta los limites extremos de la interpretación de un tema, por la evidente razón de que hay una serie de configuraciones astrales casi desconocidas que, forzosamente, no se toman en consideración. La mayor parte se contenta con el análisis de las posiciones de los planetas en los signos y las casas, así como de los aspectos y las regencias. Otros agregan las significaciones de las polaridades solares y lunares, de los decanatos, navamsas y grados zodiacales, así como de las constelaciones, de las estrellas fijas y de las moradas, y casas lunares. Entre las configuraciones que se descuidan, se encuentra en el primer rango, a nuestro punto de vista, El orden de los planetas en el tema. Es un factor tan importante, tan fácil de verificar, como la presencia de un planeta en el signo o casa. Los temas marcados, por ejemplo, por la sucesión de Marte, Luna y Urano (sea cual sea la distancia entre estos factores) presentan un aire de parentesco indiscutible.