Chakras
Chakras
- EAN: 9789501732047
- ISBN: 9789501732047
- Editorial: Kier
- Encuadernación:
- Medidas: 0 X 0 mm.
- Páginas: 0
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Otros libros de Teosofía
La ley del karma
Annie Besant expone en las siguientes páginas los principios fundamentales de la ley del karma, de acción y reacción, de causa y efecto, o de causalidad, como también se la denomina, en términos claros y de sencilla comprensión, de suerte que lleguen sin mayor dificultad al entendimiento de quienes no están todavía familiarizados con estas enseñanzas.
Esta obra se complementa con las obras "Como se vive después de la muerte" y "Reencarnación" de la misma autora, publicadas en esta editorial
dto.
El alma y su mecanismo
El alma opera por medio del mecanismo de la triple personalidad. El método por el cual el alma y los vehículos de la personalidad se influencian mutuamente y funcionan en conjunto es presentado en esta obra. Indica también la manera en que la constitución humana, como un todo y también en sus partes componentes, reacciona al impacto de una consciencia en evolución.
Es un hecho oculto establecido y aceptado que el alma trabaja a través del mecanismo de la triple personalidad estimulando los tres mundos de la evolución humana – los planos de concienciamental, emocional y etérico/físico. En este libro se presenta claramente el método por el que el alma y los vehículos de la personalidad interactúan y funcionan juntos. La autora también revela la relación entre lo que el ocultista acepta en la constitución del hombre como cuerpo vital, la red etérica con su vórtices de energía, o centros, y los efectos fisiológicos en el cuerpo a través de las secreciones glandulares directamente en la corriente sanguínea. Es el sistema endocrino de glándulas que corresponden en el cuerpo físico a los centros de energía en el cuerpo etérico y que, por consiguiente, reaccionan al tipo y potencia de fuerza que circula por el cuerpo etérico en cualquier momento.
El comportamiento humano, y la disposición del cuerpo físico, están condicionados por la amplitud con la que los vehículos de la personalidad reciben o rechazan los impulsos del alma; y esto está condicionado por el énfasis o enfoque de la conciencia en cualquier momento. El vehículo físico no es un principio; responde a cualquier fuerza dominante que se manifiesta a través del sistema etérico de centros de energía. Por ejemplo, una condición sumamente emocional, en la que el centro de energía del plexo solar en el cuerpo vital es sobreestimulado, afectando poderosamente a su contraparte física, la glándula del páncreas, produce una secreción excesiva de la glándula y un desequilibrio general consiguiente de la personalidad.
Es evidente que en un hombre altamente evolucionado, los vehículos de la personalidad están alineados, el cuerpo etérico, vital y equilibrado, y los centros de energía controlando el cuerpo físico, receptivo a la influencia del alma a través del mecanismo de la personalidad integrada. Pero hasta que esta condición se crea en la conciencia, el mecanismo de respuesta está más o menos aislado en sus espejismos personales.
Se dice que el aspirante al discipulado necesita saber realmente sólo dos cosas: la constitución de hombre y el próximo paso adelante. En este libro se presenta claramente la manera en que funciona en realidad la constitución humana en sus partes integrantes. Un objetivo aceptado por el aspirante es que debe aprender a transformar su personalidad en un instrumento para el uso del alma. El conocimiento de la relación entre los cuerpos sutiles y densos, los centros etéricos y las glándulas físicas, la energía y la fuerza el alma y el mecanismo de la personalidad, puede sacar el proceso de la indefinición que normalmente lo rodea, y darle la claridad y la precisión de una fórmula científica.
Sin embargo, esto no es sólo una cuestión de forma y energía, el hombre entero está envuelto en el proceso y en los efectos --psicológicamente, filosóficamente y espiritualmente; porque los flujos de energía como resultado del pensamiento, y la cualidad, naturaleza y potencia del pensamiento son una cuestión de conciencia que incluye la manera entera de vivir. Allí donde está el foco normal de la conciencia en la vida diaria, se encontrará el centro de energía que controla el mecanismo de respuesta.
dto.
El aura humana y los anales akáshicos
Cada ser humano está rodeado de una especie de nube luminosa, formada de diferentes estados de materia, que conocemos con el nombre de "Aura".
El Aura está compuesta de hermosos y variados colores y formas que una vez examinados, nos puede desvelar los pensamientos y hasta la vida pasada de su poseedor.
Un Aura con gran delicadeza y brillantez en sus colores va en consonancia con un carácter elevado y con el perfecto ideal humano; la oscuridad y lobreguez semejante al color de las nubes parduzcas acompaña a la degradación moral; el rojo vivo a la crueldad y a las pasiones generalmente salvajes; y el color verde limo, ni claro ni brillante, al engaño, a la traición y al egoísmo.
Una vez estudiado detenidamente este libro, podremos definir las siete capas de Aura que rodean el cuerpo humano, y conocer con exactitud que significan cada uno de los muchos colores que la componen.
dto.
Karma: actividad del pensamiento
Todo pensamiento humano, al desarrollarse, pasa al mundo interno, y se convierte en una entidad activa, asociándose o ligándose, por decirlo así, con un elemental, esto es, como una de las fuerzas semi-inteligentes de los reinos. Este sobrevive como una inteligencia activa, como una criatura engendrada por la mente, durante un período más corto o más largo, proporcionado a la intensidad original de la acción cerebral que la creó. Así un pensamiento bueno se perpetúa como poder activo benéfico; y uno malo, como un demonio maléfico. Y de este modo el hombre está contínuamente poblando su corriente en el espacio con un mundo suyo propio, lleno de los brotes de su fantasía, deseos, impulsos y pasiones; una corriente que reacciona sobre cualquier organización que se ponga en contacto con ella, en la proporción de su intensidad dinámica. El buddhista llama a esto su ?Shandha?; el brahman le da el nombre de ?Karma?. El adepto envuelve estas formas conscientemente; los demás hombres las lanzan inconscientemente
dto.