Luciano Sandrin enseña Psicología de la Salud y la Enfermedad en el Camillianum de Roma. En su nuevo libro nos muestra cómo la misericordia y la compasión, aun siendo experiencias distintas, están estrechamente vinculadas. Ambas presuponen, como dice el título del libro, un corazón atento a los demás.

La compasión, en particular, implica la capacidad de sufrir, de participar en el sufrimiento ajeno. A la vista de la fragilidad humana, exige una respuesta de reconocimiento, de cercanía, de amor que sepa respetar la dignidad de cada persona. Algo que, según el autor, hoy podría estar seriamente comprometido: "El bombardeo de estímulos y de conexiones virtuales nos deja poco tiempo para reflexionar sobre el verdadero significado del mundo, nos «desconecta» de la realidad en la que vivimos, nos hace analfabetos para leer la comunicación no verbal en la relación cara a cara, y perdemos así la ocasión de salvar la parte viva de las personas que viven a nuestro lado".

Estos riesgos se pueden combatir con una educación adecuada, capaz de integrar una percepción y una interpretación cuidadosas de la realidad del sufrimiento con una acción efectiva para aliviarlo. Porque, escribe de nuevo: "La atención es un músculo vital de la mente: si lo usamos poco se debilita, mientras que si lo hacemos trabajar bien se refina cada vez más".

La perspectiva psicológica prevalece en el libro de Sandrin, acompañada de reflexiones espirituales y de pasajes bíblicos, particularmente de los relatos de los Evangelios, también interpretados en clave psicológica.

En las páginas de este libro se oculta un gran poder, capaz de transformar tu ser y tu mundo.

En muy poco tiempo, Un nuevo mundo, ahora demostró ser uno de los grandes libros espirituales de los últimos tiempos. Contiene un poder que va más allá de las palabras y puede conducirnos a un lugar mucho más sereno allende nuestros pensamientos, un lugar donde desaparecen los problemas que nosotros mismos hemos creado y donde descubrimos lo que significa realmente crear una vida libre.
Todos los seres vivos somos uno es una cuidadosa selección de extractos de Un nuevo mundo, ahora, y nos proporciona directamente sus ejercicios y sus claves. Puede leerse atentamente el libro o abrirlo al azar por cualquier página y reflexionar sobre sus palabras para, de forma inmediata o con el paso del tiempo, descubrir algo significativo que puede cambiarte la vida.

«El mundo solo puede cambiar desde dentro.»
ECKHART TOLLE

La espiritualidad podría describirse como el paso de sentirnos como un ente individual, separado del resto, a un ser que es en relación al entorno, que forma parte de algo superior: una comunidad, un ecosistema... La espiritualidad es trascender lo individual a través de la conexión: con nuestro cuerpo y mente, las otras personas y el resto de seres que forman este bello y complejo mundo.

El activismo va creando un conjunto de formas de relacionarnos y convivir en base a valores radicalmente distintos al sistema convencional, es decir, valores orientados al bien común. Dicho así, no parecen tan opuestos, ¿verdad? Más bien, complementarios.

¿Y si nuestro camino espiritual, romper las cadenas interiores, supusiese en realidad un proceso de reinvención profunda de nuestro ser y de cómo habitamos este mundo? ¿Y si en nuestro interior estuviese la clave para un activismo eficaz, nutritivo y transformador? ¿Y si el activismo fuese un camino espiritual a través de la acción, a través de vivir esos valores y esa conexión y aprender con una mente que no impone ideologías sino que escucha a la realidad y recibe sabiduría? ¿Y si la práctica del altruismo fuese fundamental para vivir la espiritualidad de manera auténtica y realmente transformadora?

Las enseñanzas del maestro yogi Mario Attombri nos ayudan a imponer nuestra felicidad en un mundo cada vez más hostil. La vida, el amor y la muerte son los tres vértices que nos definen como personas y que se hallan en el centro de todas nuestras preocupaciones desde que el mundo es mundo. La sociedad contemporánea -apr esurada, impersonal y fugaz- ha puesto de manifiesto estos problemas, quizá más que nunca, y los ha llevado al extremo, haciéndonos sentir profundamente desubicados. En este contexto, Mario Attombri, uno de los maestros yogi más célebres de Italia, pone al servicio del lector sus conocimientos sobre la condición humana, recogidos a lo largo de los años y durante los viajes que ha emprendido, y enriquecidos por las enseñanzas de los sabios de la mística oriental. Según el maestro, el malestar del mundo moderno se origina en una escisión entre lo que somos y lo que nos imponen, y que nos impide alcanzar la plenitud. En Vida, amor, muerte Attombri ofrece las herramientas para superar esta situación mediante el optimismo, la serenidad y el silencio que promulga la mística oriental.