El autor de este libro, Philip Permutt, es propietario de un centro de sanación a través de los cristales en Reino Unido. Su descubrimiento de las "personas de piedra", como a él le gusta llamar a los cristales, se produjo de forma personal, tras sufrir una grave enfermedad que curó gracias al poder energético de los cristales interactuando con los chakras y el aura. Estos conocimientos se transmiten ahora en un libro único

A usted le parecerá inverosímil que la flora, la fauna, el ser humano, todo lo tangible y lo intangible esté constituido por los siete colores cósmicos del arco iris. Pero si observa cualquier cosa a través de un prisma verá que así es y se dará cuenta de que el valor práctico del arco iris ha sido desdeñado.

Ahora considere que si el hombre está formado por tales rayos cromáticos la deficiencia de alguno en la constitución de aquél hará que se presente la enfermedad, la cual lógicamente desaparecerá cuando esa deficiencia sea subsanada. ¿Mas donde encontrar en abundancia los colores cósmicos de manera que puedan ser controlados para el alivio de las dolencias del hombre? Su depósito se halla en las gemas, cuya posibilidad de proporcionar el color que se requiere es perenne. Sí, aunque lo dude, las gemas son portadoras de salud.

Curación por medio de gemas le dirá como aprovechar el poder sanador de las piedras preciosas.

Esta obra de Judy Hall nos ofrece un compendio muy útil (ordenado alfabéticamente) de síntomas para que nos sirvan de ayuda para identificar fácilmente el cristal idóneo para nuestra sanación, ya sea mental, física, psíquica o espiritual, al mismo tiempo que nos muestra qué piedras pueden aportarnos vitalidad, abundancia, bienestar y equilibrar nuestros chakras.

El listado de más de 1.200 síntomas en esta obra constituye una práctica guía de primeros auxilios basada en los principios sanadores de los cristales prácticados desde hace millones de años. Los tratamientos con cristales son un método holístico, y no invasivo, de sanación sin efectos secundarios. Adecuados también para niños y para animales, los cristales resultan, asimismo, beneficiosos para el medio ambiente y el hogar.