Sé bondadoso recalca la importancia de entender que la fuente de la bondad está en la mente, no en el comportamiento. Y expone que víctimas y victimarios, opresores y oprimidos, todos los que caminamos por esta tierra estamos librando la misma dura batalla con el ego.

Así apunta a la completa igualdad que hay entre nosotros, sin excepción, que es la marca distintiva de la verdadera espiritualidad frente a la separación, las distinciones y las jerarquías del sistema de pensamiento del ego.

Este es el mejor Ken Wapnick, en su versión más pura y sin concesiones, lleno de pasión y encanto. Un autor en su madurez que expresa todo el esplendor y la radicalidad del Curso, así como el mensaje de amor y esperanza que tiene para todos nosotros.

Un año después de la publicación de Un curso de milagros, y en respuesta a las múltiples solicitudes para que se incluyera una introducción, Helen Schucman accedió a escribirla a fin de presentar el Curso y explicar su origen a las personas que mostraban interés. Este Prefacio consta de tres partes: «¿Cómo se originó?», «¿Qué es?» y «¿Qué dice?»*. La misma Helen escribió las dos primeras, mientras que la tercera la anotó como escriba: es decir, como el Curso, fue dictada por Jesús.

¿Qué pasaría si supieras que todas las situaciones que afrontas son un único problema y que este tiene una única solución? ¿Cómo es posible encontrar paz en circunstancias que a veces parecen insoportables? ¿Cómo curarnos a nosotros mismos en un mundo donde las epidemias silenciosas del suicidio, la depresión y el ciberacoso parecen comprar libremente? En este libro encontrarás respuestas a estas preguntas y a muchas otras, todas ellas comentadas en el contexto de las enseñanzas no dualistas de Un curso de milagros.
El perdón es lo que nos ayuda a despertar de la ilusión de separación a la realidad de que somos uno en Dios o en Espíritu. Hay un modo de practicarlo que te lleva a experimentar verdadera paz, independientemente de lo que esté ocurriendo en tu vida o en el mundo. El perdón te empodera al ponerte en la posición de ser la causa, en lugar de ser un efecto o una víctima de las circunstancias: entenderlo y saber aplicarlo en la vida de cada día puede ser un verdadero salvavidas.