Desdoblamiento astral
Desdoblamiento astral
- EAN: 9788495720122
- ISBN: 9788495720122
- Editorial: Fosfenismo,Ediciones (Instituto Fosfenologia)
- Año de la edición: 1753
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 150 X 200 mm.
- Páginas: 117
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Descripción
El desdoblamiento no es un fenómeno raro. Se ha practicado en todas las épocas.
Por ejemplo, en la Edad Media, los «brujos» obtenían el desdoblamiento mediante paralizantes bulbares que provocaban un estado de muerte aparente, lo que les permitía penetrar en los «mundos invisibles». Los cátaros y los templarios utilizaban otras técnicas para conseguir el mismo objetivo.
La Iglesia católica desacreditó estas prácticas con el pretexto de la herejía. La Inquisición se encargó de hacer desaparecer a los molestos defensores de estas prácticas.
Sin este encarnizamiento en querer destruir su conocimiento, los fenómenos de desdoblamiento formarían parte de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, los niños conocen bien estos fenómenos. Algunos los viven con frecuencia. Pero la mayor parte del tiempo no los escuchamos y los regañamos. No obstante tienen algo que enseñamos, porque sin saberlo conocen perfectamente los medios de producir estos estados maravillosos.
La Escuela del doctor LEFEBURE le ofrece lo que jamás ha sido revelado sobre el desdoblamiento, una facultad natural accesible a todos, común a todos los seres humanos.
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Nueva explicación del origen de las religiones: el fosfenismo
Los fosfenos son las luces subjetivas, posfosfenos, que persisten en la oscuridad durante tres minutos después de mirar fijamente una lámpara adecuada; el cofosfeno, son los colores que aparecen alrededor de la lámpara si la fijación de la mirada es un poco más prolongada. La mezcla entre los pensamientos y los fosfenos produce efectos pedagógicos maravillosos. Por ejemplo, niños completamente disléxicos leen de forma normal en tres meses, e incluso superan a la media de los niños de su edad. Pero este fenómeno ha sido utilizado instintivamente por todos los pueblos en algún estadio de su evolución, en los cultos solares, que asocian la oración con la fijación de la mirada en el sol. Esto sucede todavía con los zoroástricos, cuyos sacerdotes se llaman «magos». Por lo tanto, la magia, en el sentido original del término, es una ciencia de los fosfenos que se ha perdido.
Los niños pastores tienen la costumbre de jugar con los fosfenos, y mezclarlos con sus plegarias. Los principales hechos de la Iglesia Romana tuvieron como protagonistas a niños pastores. Otros niños utilizan instintivamente el reflejo del sol en el agua. Este fue el caso de la poetisa Minou Drouet, que desde muy joven fue un prodigio. Existen también pescadores que han adquirido cierto don de videncia, rezando mientras trabajaban, con el reflejo del sol en los ojos. Cuando Cristo nació, acudieron pastores y magos, las dos grandes categorías de especialistas en fosfenos de la Antigüedad, y Cristo fue a buscar a cuatro pescadores del lago Tiberíades para comenzar su predicación. Por lo tanto, el Fosfenismo desempeñó un importante papel en el nacimiento del cristianismo. Esto también es cierto para la religión de Mitra, en la que el futuro iniciado debía observar fosfenos en una gruta; los tibetanos también lo utilizaron y poseían en cada templo un libro de interpretaciones de los signos que aparecen cuando se fija la mirada en el sol; los brujos pigmeos miran fijamente una llama para buscar un terreno rico en caza, y sucede a menudo que un explorador que va con ellos tiene la misma visión en el mismo momento, debido a la gran transmisibilidad telepática de los fenómenos fosfénicos.
dto.
La exploración del cerebro mediante las oscilaciones de los fosfenos dobles (cerebroscopía)
Los fosfenos son las manchas luminosas que persisten en la oscuridad después de haber mirado una luz intensa y adecuada. Si miramos dos lámparas separadas por una membrana, veremos un fosfeno con cada ojo. El Dr. Lefebure descubrió que, si se ilumina alternativamente un lado y otro, con un ritmo de dos segundos en cada lado, después, los dos fosfenos, en lugar de observarse al mismo tiempo, aparecen de forma alterna, a la derecha y a la izquierda, no al ritmo de la iluminación sino con un ritmo propio, alrededor de treinta veces después de cada iluminación. Este ritmo es tanto más regular cuanto que el sujeto se encuentre en unas condiciones favorables a su buen funcionamiento cerebral. Este ritmo es muy sensible y constituye una especie de sonda que proporciona mucha información,de tipo psicológico y médico. Con este sistema, el Dr. Lefebure estudió el efecto de ciertos medicamentos. Pero la mayor originalidad de sus investigaciones es el estudio de las técnicas místicas e iniciáticas tanto orientales como occidentales gracias a esta oscilación. Otros ritmos de los fosfenos, que también descubrió el Dr. Lefebure, presentan analogías evidentes con ciertos ritmos que a veces descubren las personas contemplativas en su conciencia, cuando intentan unirse a Dios. Se han descubierto también otros ritmos de los fosfenos, en particular «la oscilación en zigzag»; un experimento demuestra que durante la última fase del fosfeno, no ocurre nada en la retina, sólo se produce una oscilación muy lenta de un hemisferio cerebral a otro. Estas investigaciones no impidieron al Dr. Lefebure dedicarse principalmente a la práctica. Los principios que descubrió lo llevaron, por ejemplo, a crear el «sincroscopio», un aparato cuya acción sobre la memoria es incontestable y que por este hecho tiene un gran interés para la preparación de exámenes ..
Los principales hechos descubiertos por el Dr. Lefebure han sido comprobados por el CNRS, por el laboratorio central del PIT y por el profesor Chauchard.
dto.
El nombre natural de Dios Om y los mantras
La interjección "OM" forma parte de todas las liturgias hindúes. La física moderna pone de manifiesto que expresa mejor la ley de polaridad universal pues la "O" se traduce por un círculo en el osciloscopio catódico (pantalla de televisión que analiza los sonidos), y la "M" por un cuadrado. Volvemos a encontrar esta polaridad morfológica, círculo y recta, en todas las polaridades de la naturaleza, principalmente entre el espermatozoide y el óvulo. La ola, cuando estalla, da una modalidad del "OM" (la "O" corta). Otras modalidades vienen dadas por el ruido del viento en las hojas o el sonido de la campana. Morfológicamente, cada vértebra expresa el sonido "OM" por la polaridad entre el cuerpo y las láminas, el conjunto de la columna vertebral por la oposición entre la bola en que termina el coxis y la vértebra superior el atlas, que está formado únicamente por láminas; incluso, en el centro del cráneo, el cubo del seno esfenoidal. De estas múltiples analogías, resultan diferentes maneras de repetir el sonido "OM". El acúfeno fisiológico (zumbido que escuchamos cuando nos tapamos las orejas) es otro aspecto del sonido "OM". Concentrándonos en un detalle del acúfeno, conseguimos a menudo en poco tiempo escuchar músicas celestiales. Manteniendo un pensamiento preciso durante esta escucha, practicamos la "mezcla acufénica" cuyos beneficios son paralelos a los de la mezcla fosfénica (mejoría de la atención, la memoria, y del espíritu de iniciativa). El método es fácilmente aplicable en el terreno escolar. Un mantra es un sonido cuya repetición mental actúa por su ritmo y sus resonancias analógicas. Una tabla racional de las letras, establecida en función de la forma de los órganos vocales durante su pronunciación, permite a cada uno de nosotros construir lógicamente los mantras mejor adaptados a la meta perseguida. Esta tabla pone de manifiesto que el sonido sagrado principal de todas las religiones es más o menos el mismo y expresa la ley de polaridad universal. Los chacras, o centros psíquicos del cuerpo etérico, aparecen como los nudos de vibraciones engendrados por la repetición de los mantras en el cañón de órgano que es el tubo hueco central de este cuerpo sutil (nadi Sushumma del yoga). La repetición mental del "OM" armoniza el conjunto del psiquismo y constituye un poderoso estimulante de todas las funciones cerebrales.
dto.
Una constante en la historia, la luz
Todas las civilizaciones han hecho un amplio uso de las prácticas de observación fija de fuentes luminosas y, por tanto, de los fosfenos. Estuvo en el origen del poder de numerosos imperios, pero si bien se conocía la importancia de los cultos solares, lunares y de los cultos del fuego, en las civilizaciones antiguas se ignoraba que la esencia de estos "cultos" estaba en la observación fija de la luz. Esto jamás se había evidenciado antes de los trabajos del Doctor LEFEBURE.
Algunos ocultaron estos conocimientos hasta que se perdieron, y todavía en nuestros días, los residuos de estos imperios se perpetúan sobre este impulso milenario que ha dado origen a las religiones y a las tradiciones iniciáticas. En definitiva; si tenemos en cuenta lo que nos enseñan los fosfenos sobre el funcionamiento cerebral, tenemos muchas probabilidades de descubrir nuevas facetas de la historia de la humanidad.
Estas prácticas milenarias no derivan de simples creencias. Los descubrimientos del Doctor LEFEBURE sobre los fosfenos, han puesto de manifiesto, desde 1959, que la luz tiene una influencia extraordinariamente estructurante sobre todas las capacidades cerebrales, y sobre las capacidades intelectuales especialmente.
Esto explicaría que en determinadas épocas, estas prácticas se consideraran como secretas, y fueran aplicadas por las elites dirigentes que intentaban con este "secreto" conservar su poder.
dto.