En el “Juego Astrológico” las fichas son las personas, partiendo de eso a cada ficha le corresponde unos números planetarios, el juego consiste en encontrar los números para uno mismo y para las fichas que nos rodean o en las que tengamos interés. Por medio de una serie de preguntas llamadas “las preguntas clave” buscaremos qué números planetarios del resto de fichas coinciden con los nuestros. Las preguntas son de carácter general y están enfocadas a la orientación, motivación, colaboración, entendimiento, sinceridad, etc. Por ejemplo, yo quiero saber en quién puedo confiar, busco la pregunta relacionada y miro si mi número coincide con los de determinada persona. La idea es que a este juego podemos jugar tanto con personas conocidas como las que acabamos de conocer. Los datos más interesantes vendrán de las personas que acabamos de conocer porque aunque tengamos una idea preconcebida de cómo puede ser nuestra relación con ellas, nos servirá de orientación, pues no todas las fichas encajan con todas.

La astrología horaria es una rama de esta ciencia que se orienta a la respuesta inmediata, breve y concisa de un interrogante que alguien pueda plantear a un astrólogo. Este levantará una Carta Astrológica en ese momento y en ella podrá encontrar la respuesta del tema en cuestión. Como en este tipo de conocimiento no se usan los datos natales de quien consulta sino que el Universo responde a un dilema, puede ser considerada oracular. Sabemos que cualquier tipo de oráculo funciona en sintonía con el sagrado lema “Como es arriba es abajo”; luego, en el momento en que se hace una pregunta al Universo, este responde con algún tipo de imagen. Las posibilidades del uso de la astrología horaria son infinitas ya que, como bien sabemos, el Universo se expresa en todo momento y dependerá de nuestra creatividad el empleo que queramos darle a esta técnica. No solo se trata de responder preguntas: cualquier evento o circunstancia en que nos interese profundizar puede ser estudiado por medio de una horaria. Cualquier persona que conozca los principios astrológicos básicos encontrará en este libro una herramienta muy útil. La claridad del autor en la exposición de esta nueva ruta de conocimiento es invalorable.

Los humanos nacemos con la poderosa inteligencia de una máquina cerebral superpotente y recién estrenada. El niño es portador de una sabiduría innata, pero sufre desde el seno materno las mutilaciones y los ataques de una cultura que ignora la existencia de tal sabiduría ya que empieza por no creer que ésta exista. También el psicoanálisis freudiano ha considerado la infancia como una etapa humana primitiva, silvestre y enferma de quimeras que debe someterse a la ley social de la realidad si ha de alcanzar el debido desarrollo. La etimología equipara la palabra adultum a «crecido», pero también a «evaporado» y «corrompido». ¿Acaso es forzoso que para crecer se esfume o se adultere lo mejor de nosotros? Este libro plantea preguntas y ofrece respuestas en torno al niño apoyándose en ese instrumento preciso y precioso a un tiempo que es la carta astral. No se trata de un manual de astrología, aunque el autor la utiliza magistralmente para proporcionarnos una perspectiva novedosa y profunda del mundo de los niños