Descubrir las propias emociones a través de la respiración y la conciencia corporal En la vida no existe el bien y el mal, sino el amor y el miedo. Desde el nacimiento, el ego vive en el miedo: miedo a no tener éxito, a no estar a la altura, a no servir, a ser insignificante. Luchamos constantemente para afirmarnos, reproduciendo esquemas energéticos que repiten las mismas situaciones, los mismos errores y los mismos sufrimientos, porque de un modo inconsciente creemos en ellos! Aprender a vivir en el presente y a abandonar la lucha y el miedo es la verdadera conquista del ser humano. El lavado emocional bioenergético REM , a través de la respiración circular y las estimulaciones cutáneas, es capaz de abrir las puertas de la jaula energética que hemos construido, lo que nos permite ver la verdadera luz de la vida: el amor. A través de una técnica sencilla pero revolucionaria, podemos descodificar todas las emociones eliminadas y cristalizadas que bloquean el libre flujo de nuestra energía. Cada emoción bloqueada en el espacio-tiempo constituye un defecto informativo capaz de producir sufrimiento y enfermedad. 40 fotografías y 15 dibujos AUTORES OSVALDO SPONZILLI es cirujano y psicoterapeuta emocional, y dirige la consulta de homeopatía, acupuntura y reflexoterapia del hospital San Pietro Fatebenefratelli de Roma, y es profesor de acupuntura y cromoterapia de la Universidad Tor Vergata de Roma. Es presidente de la Asociación Europea de Lavado Emocional. ENZA CARIFI es profesora de respiración emocional y miembro docente del International Self-Esteem Project de Bob Mandel. Es profesora de rebirthing, autoestima y lavado emocional en cursos universitarios para médicos, enfermeras y comadronas. Es secretaria general de la Associazione Medica Italiana Rebirthing y vicepresidenta de la Asociación Europea de Lavado Emocional.

EL ARTE DE ESCUCHAR LA VIDA Y DE ALINEARSE CON SUS MENSAJES

¿Hay una sabiduría que lo contiene todo? 

¿Hay algún propósito en todo lo que sucede? 

¿Hay alguien ahí? 

En El lenguaje del alma descubrirás que la respuesta es definitivamente SÍ: sí, la Vida es sabia; sí, todo lo que ocurre en la vida y en el cuerpo tiene sentido; y sí, hay alguien que siempre está ahí para nosotros, y ese alguien es nuestra alma. 

Tanto desde lo que percibimos como realidad externa (lo que parece estar ahí fuera) como desde nuestro interior, el alma nos envía sus mensajes en una miríada de formas, y para poder comprender lo que ella nos dice es preciso despertar un arte que hemos olvidado: el arte de escuchar la Vida. 

Las llamadas del alma (o los mensajes de la Vida) llegan en tres niveles: 

• El primer nivel te da la oportunidad de alinearte instantáneamente a través de escuchar tu voz interior, tu intuición y las sincronías que aparecen en tu vida. 

• El segundo nivel es el de las llamadas suaves, que son las que se manifiestan como contratiempos, dificultades y sensaciones incómodas en tu cuerpo. 

• El tercer nivel corresponde a las llamadas intensas, que son las que transmiten poderosos mensajes a través de síntomas físicos o enfermedades. 

Comprender la llamada del alma te permitirá alinearte con la Vida en cualquier situación, por desfavorable que parezca, y recoger el regalo que allí se encuentra.

Un proceso sin precedentes para el autodescubrimiento.Una poderosa obra de sabiduría espiritual. Dado que un gran número de personas no acierta a definir cuál es su objetivo en la vida, y que esta inquietud espiritual genera una multitud de malestares y suele derivar en depresión, ansiedad, fatiga y, por último, en dolencias físicas, este libro presente un entretenido e ingenioso proceso que permite a la gente descifrar su contrato, único e intransferible, mediante el uso de una nueva teoría de los arquetipos basada en la obra de Platón, Jung, y diversos pensadores contemporáneos. Este libro constituye una brillante combinación de psicología y revelación espiritual. Con sus anécdotas y estilo característicos, Caroline Myss explica cómo identificar nuestras energías personales y utilizarlas para realizar nuestro potencial máximo, que, en realidad, es nuestro potencial divino.