Bonita Jones Frazier nació y se crio entre las comunidades negra y latina del Bronx neoyorquino. Eso marcó el inicio de una apasionante vida en busca de una perla de gran precio: el gran potencial divino que moraba dentro de su corazón. El anhelo por dotar su vida de significado y encontrar su destino espiritual la llevaron a cruzar el océano Atlántico y los Estados Unidos y a pasar pruebas de fuego, que tuvo que superar para cumplir su propósito divino y forjar el poder, la sabiduría y el amor divinos necesarios para todo buscador espiritual. Aprender y enseñar el idioma español fueron una de esas pruebas, que le enseñaron a resolver deudas del pasado de su alma. Afrontar el rechazo en algunas circunstancias le permitió meditar sobre las diferencias raciales y desarrollar una nueva perspectiva espiritual acerca del perjuicio racial, libre de odios y recriminaciones. Con profunda sinceridad, con un corazón abierto de par en par y con gran pragmatismo, la autora narra su propio camino y sus lecciones de vida con el fin de tenderte una mano mientras recorres tu sendero y aprendes las tuyas. 

El estado de Conciencia en el que vive el hombre, determina la felicidad o desdicha que conocerá durante su estancia sobre el Plano Terrenal.

Cuando el Amado Santo AEolus sostuvo el cargo de Maha Chohan, nos impartió la sabiduría concerniente a la custodia de la Conciencia individual, y en ese momento dió una serie de Lecciones que ahora podemos presentar, en este libro, a todos los que estén deseosos de avanzar en la Luz, y expandir su Conciencia, a través del estudio y la aplicación de las Verdades contenidas dentro de ellas.

Esperamos que estas lecciones aporten una mayor iluminación en lo concerniente al tema de la Conciencia, un entendimiento que es fundamentalmente necesario en nuestros estudios de la vida en todo el Universo.

El misticismo no es exclusivo del cristianismo. En todas las épocas ha habido místicos. Desde siempre han sondeado las profundidades y remontado la cima del potencial del alma. Buscan una experiencia directa de la Presencia de Dios. Anhelan conocer a Dios, ver a Dios y unirse a Dios. Ahora. Aspiran a una única meta: la unión con Dios. Y no la aplazan_ porque no pueden. El matrimonio espiritual, nos cuentan, no consiste simplemente en someterse a los caminos y a la voluntad de Dios, sino en una transformación del alma en Dios. Éste es el núcleo de la enseñanza que tan solo dices en voz baja: el alma que se transforma en Dios_ es Dios.