El atleta espiritual
El atleta espiritual
- EAN: 9788493692391
- ISBN: 9788493692391
- Editorial: Divalentis, S.L.
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 140 X 210 mm.
- Páginas: 168
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Disponible 48/72 horas
Descripción
El Atleta Espiritual es un libro que ayuda a reconocer las grandes dificultades que vive el ser humano, personalizado en el "obeso espiritual", quien sufre toda clase de condicionamientos y limitaciones que le llevan directamente a la angustia y el dolor. Descubrir este hecho es un paso importante, pero mucho más lo será encontrar la senda de superación de todas estas dificultades.
Así, el despertar al Atleta Espiritual es una vía, un camino, un cómo hacer para trascender las limitaciones del obeso espiritual que siempre se nutre sin gastar sus calorías, que aprende sin aplicar jamás lo aprendido.
Entrar en las páginas de este libro es entrar en nuestro interior para descubrir el mundo de abundancia que tenemos, cuyos sobrantes nos impiden ser lo que realmente somos.
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Shakespeare y su maestro : los sonetos
Los sonetos contienen un registro único de las experiencias que llevaron a Shakespeare a convertirse en uno de los más excelsos dramaturgos y poetas del mundo. Lo interesante es que a Shakespeare le enseñaron por qué, cómo, cuándo y sobre qué escribir. De acuerdo con la información contenida en los sonetos, al inicio de su carrera Shakespeare se encontró con su guía espiritual.
El guía espiritual es un personaje destacado en el teatro de Shakespeare. Aclaremos, no obstante, que el guía de Shakespeare no es un gurú, un predicador ni un proveedor de rituales. Es un ejemplo viviente de perfección humana cuya función y actos son invisibles para el hombre común. Su apariencia varía según el entorno en el que ha de trabajar. Por ejemplo, en las obras de Shakespeare aparece como rey, reina, marido, esposa, picaro, necio, príncipe, doncella, noble, bastardo, mago, artesano, general o bufón. En los sonetos aparece como un apuesto joven.
En la presente edición se ha hecho una cuidadosa y excelente traducción de los sonetos para facilitar al lector la comprensión de esta relación y su influencia en el poeta y dramaturgo.
dto.
Plenamente humano
Todos poseemos la capacidad de percibir o conocer algo sin que intervenga el pensamiento racional. Antes de que la neurociencia lo explicara, hablábamos de «corazonadas» o «intuición» para referirnos a este fenómeno, pero se trata en realidad de un «supersentido»: una capacidad muy avanzada que posee el cerebro para integrar información sensorial a la velocidad del rayo, sin pasar por la conciencia. ¿Cómo funciona y cómo podemos emplearlo para desarrollar nuestro máximo potencial?
Steve Biddulph, considerado una eminencia mundial por sus revolucionarias investigaciones sobre psicología parental, ofrece en este libro una colección de herramientas que permitirán a lectores de toda edad y condición desarrollar y aplicar este supersentido en aspectos cada vez más concretos de su día a día. Basándose en los últimos hallazgos en neurociencia y en la psicoterapia más avanzada, presenta también el concepto de la «mansión de cuatro plantas», un sistema sencillo para explorar, entender y despertar distintos niveles de nuestra mente que generará cambios inmediatos en el lector.
dto.
Naín, el filósofo Filosofía mística, ética, metafísica, espiritualidad...
Seguro estoy de que cualquier persona que, callejeando, encontrara una joya a sus pies, la cogería y, sin más, seguiría adelante. Pero si, en lugar de una joya fuese un joyero, pues tanto mejor para los dos. Me refiero a este libro, que no sólo es una joya sino un joyero repleto.
Ahora bien, considerando que no es del todo correcto que eso el autor lo diga de su propia obra, mucho le gustaría que el lector, tras comprobarlo, lo dijese él mismo.
A Dios gracias, éstas no son joyas para las narices, las orejas, las manos, el ombligo o cualquier otra parte del cuerpo, tan de moda hoy, sino para embellecer y alumbrar los oscuros rincones del alma, razón por la cual, aun recomendaría que el bibliófilo que entrase en la vorágine de estas rarezas, se permitiese un alto meditativo de cuando en cuando.
"Estaba yo en el centro mismo de la oscuridad, de la nada, sin la menor conciencia de mí; más que dormido, muerto, más que muerto, inexistente: un tronco varado a la orilla de la corriente. Luego empezó a clarear el alba, con mucho cuidado, como llamándome, como queriéndome despertar sin sobresalto; y, cuando por fin abrí los ojos, tuve que volver a cerrarlos porque me quemaba el sol".
dto.
