Este libro consta de tres partes que casi se pueden leer como libros independientes. En la primera se despliegan una serie de conversaciones entre el héroe, nuestro protagonista, y su guía. El héroe quiere volver a casa y para ello va recorriendo su camino de la dualidad a la unidad.

La segunda parte es un viaje al inconsciente, una especie de inframundo donde el héroe habrá de superar ciertas pruebas. En ella se habla de la fuerza de las emociones, del proceso de caer y volver a levantarse, de errar y enmendarse. Las emociones son el paisaje en el que discurre nuestra vida, y uno de los grandes ámbitos de aprendizaje para el ser humano.

La tercera parte habla de la madurez espiritual y de la maestría, encarnadas en las historias de tres maestros sufíes que realmente existieron en distintas épocas históricas. Las historias de estos maestros se desarrollan en el marco de la exótica Ruta de la Seda y la legendaria ciudad de Samarcanda, en Asia Central, lo que da una nota colorista a sus enseñanzas. Las verdades universales han existido siempre: han florecido en los lugares más diversos y en las personas y circunstancias más inesperadas.

Como bien dice en la introducción, el autor completa con este libro un ciclo de vida y de experiencias. Solo nos queda darle las gracias por compartirlo y encomiar su lucidez.

Después de todas las búsquedas, ahora que ya estamos en el siglo XXI, todos hemos cambiado. Los humanos y el Planeta también. La vibración se ha elevado para todos los seres vivos: personas, animales, plantas, etc., y la sensibilidad de la amada Gaia también nos ofrece un cambio en su pulso, en su corazón.

Aquellos chamanes de todos los tiempos, con sus danzas, sus símbolos y sus rituales emitidos con voz potente, abrieron las fórmulas de expresión al conectar verdaderamente su sentimiento con la Tierra que veneraban.

¿Y nosotros, ahora, en qué forma podemos relacionarnos con el Planeta, con el pulso creciente en su nuevo latido?

En la lectura de este libro, en las prácticas sencillas y en la extensión de nuestra capacidad energética y vibracional, vamos a encontrar las pistas para el camino sutil de las ondulaciones del sonido y las melodías cantadas desde nuestro instrumento musical: la voz.

En este recorrido insólito y de gran sensibilidad, el mundo sonoro nos va a descubrir que quizá seamos nosotros ahora los nuevos chamanes, llamados a cantar con nuestra garganta en este naciente «modo multinivel».

Expresar la vibración de la Conciencia a través de las octavas o escalas dimensionales, ya es posible.

Somos los nuevos Chamanes de la Tierra y de la Luz, capaces de vincular el Amor y la Conciencia a nuestra sonoridad humana, dispuestos a cantarlo con la luminiscencia vibrante de nuestro sonido vocal hacia mundos infinitos.

Vivir el sonido y sentir la voz desde esta nueva perspectiva no nos va a dejar indiferentes.

El psiquismo, o lo que es lo mismo, la mente y sus procesos normales y patológicos, no se abordan de la misma manera en las diversas artes sanadoras. Cada una puede ofrecernos detalles o matices...