"La medicina además de no ser tan eficaz como los profesionales pretenden y como los profanos le atribuyen, además de no atacar las causas profundas de las enfermedades actualmente en ascenso, se está convirtiendo en una de las industrias más despilfarradoras polucionantes y patógenas que existen.” (A.Embid). En España más de 350.000 personas hospitalizadas sufren daños de salud derivados de la asistencia médica. Un 10 por ciento de los pacientes sufren daños en su salud derivados de la asistencia sanitaria. Los tratamientos médicos constituyen ya la primera causa de muerte. Sólo en Estados Unidos fallecen cada año más de 780.000 personas a causa de los errores cometidos, entre los que destacan las cirugías innecesarias, los errores

de medicación, los efectos iatrogénicos de los fármacos y las infecciones que se cogen en los propios hospitales. Los datos, demoledores, demuestran la tragedia del paradigma médico tradicional.

Las esencias florales por su un modo de elaboración, no poseen principio químico activo, sino un principio energético activo. Es por ello que las esencias florales no resultan tóxicas ni producen efectos secundarios.
Estas poseen la capacidad de transferir su energía en equilibrio, dentro del campo electromagnético del hombre. Tienen la capacidad de desprogramar las conductas emocionales repetitivas, sin la utilización de agentes químicos.
De esta forma, si aprendemos cuales son las características de las esencias, distinguiremos también para qué estado emocional o tipo de personalidad pueden resultar beneficiosas. Las esencias florales, además de ayudarnos a corregir problemas propios y comunes, nos dan un mayor y amplificado estado de conciencia, el cual nos permite comprender lo personal y lo colectivo en relación al proceso de desnaturalización del que somos creadores y víctimas.
La autora; investigadora, docente y formadora de terapeutas florales desde 1987, nos presenta un libro práctico en donde el lector podrá conocer los beneficios físicos y mentales de las esencias florales.