“Uno debe ensanchar su mente y visión del mundo para poder llegar al nivel al que trabajan los Maestros y para poder comprender la total envergadura de sus enseñanzas.”

“… Dicen que el más elevado y selecto canal a través del cual se manifiesta la vida es Dios expresándose a través del ser humano…”

El material de este volumen 4 fue presentado por primera vez en las “lecciones de la gira por la India.” Cada capítulo incluye un texto de estudio, al igual que una guía para que los profesores desarrollen e interpreten el material.

Entre los temas que se abarcan están:

- La Hermandad Blanca
– La Uni-Mente
– La Vida
- El Universo
- Dios
– La Conciencia
- Las bases para la futura organización social
– El Prana y La teoría del Quantum.

Las aguas del Océano Pacífico arrollaron un gran continente de aproximadamente seis mil millas de norte a sur. Era Mu, la Tierra Original, una extraordinaria cultura perdida que fue el centro de la civilización hace más de 25000 años.
Cuando sobrevino la destrucción de Mu, sus habitantes tenían un grado de civilización mucho más avanzado que la nuestra, tanto en ciencia, como en religión y filosofía, con casi doscientos mil años de evolución y experiencia.
En 1868, mientras servía en el Ejército británico en la India, el coronel James Churchward entabló una gran amistad con un importante sacerdote que le enseñó cómo descifrar numerosas tablillas que habían permanecido durante siglos en las bodegas del templo. Hablaban de una vasta civilización que emergió, floreció y desapareció mucho antes que la nuestra: el continente de Mu.
Este libro narra cómo Churchward siguió el rastro de Mu hasta los últimos confines de la Tierra y la manera en que unió el gran rompecabezas de todas las culturas antiguas del planeta para recrear la imagen de la civilización perdida, guiado por principios religiosos cuya influencia aún se siente en muchas partes del mundo, aunque ahora se encuentra perdida en la bruma del tiempo. Mu es la Tierra Original.

La devoción permite un acercamiento focalizado y concentrado en la vida. Se tiene que demostrar devoción, no solamente hacia lo Divino, sino hacia cada acto de la vida. La devoción tiene la cualidad de la impregnación. Si el hombre aprende la devoción, esa devoción se extiende a su rutina diaria. Los devotos pueden experimentar los acontecimientos del día a día. Disfrutan del jugo de la vida mucho más que los otros. La vida es para experimentar, lo que incluye en sí el aprendizaje. Solo el aprendizaje permite cambios suaves para avanzar.