Este libro aporta una nueva visión del concepto que hemos llamado “oscuridad”. Todos los seres que habitan en el Bajo Astral son almas que un día perdieron el rumbo y se estancaron en su proceso evolutivo. Algunos de ellos ni siquiera recuerdan quiénes son ni para qué han venido, algo que les sucede también a muchos seres humanos.

A lo largo de estas páginas iremos indicando las similitudes que existen entre “ellos” y “nosotros” porque, en verdad, “ellos” fueron “nosotros” con anterioridad; probablemente, muchas veces, en otras vidas. Con su presencia nos muestran lo que sucede en uno de los extremos de la dualidad: la densidad, la tristeza, la amargura, la rabia, la culpa, el dolor, el miedo…

Desde la experiencia personal que nos han aportado muchos de esos seres, al acercarse a nuestra realidad, iremos aclarando conceptos, proporcionando casos prácticos, perspectivas y herramientas que ayudarán a comprender qué es el Bajo Astral, cómo funciona, quiénes lo habitan, cómo tratar con ellos, para evitar que nos invadan o para ayudarles a recordar. Cuando una conciencia recuerda que, en realidad, todo es luz y que la luz está en ella también, su  densidad se disuelve y puede regresar a casa.

Supera las limitaciones de la experiencia humana gracias a la guía de los maestros ascendidos

¿Quiénes somos? ¿Cómo podemos desarrollar nuestro máximo potencial, tanto físico como espiritual? ¿Tenemos realmente la capacidad de dominar los elementos y hacer  milagros? ¿Hasta qué punto estamos preparados para trascender las ilusiones de la vida sin destruir el tejido de nuestra propia aventura?

Estas son solo algunas de las profundas preguntas que, durante varias sesiones, Mike Dooley formuló al Consejo, un colectivo de maestros ascendidos canalizados por Sara  Landon. En una serie de diálogos reveladores, los maestros discurren sobre la razón de la vida tal como la conocemos (el Sueño), la manera más sabia de navegar entre la vida y la  muerte (el Viaje), la forma en que todo encaja en el contexto de la realidad (la Eternidad) y la estrecha relación que entablamos con la Fuente de nuestra vida y todas las cosas  (Dios).

Tal como explican los miembros del Consejo, hemos venido a la Tierra para abrazar nuestro verdadero ser y tomar conciencia de nuestra auténtica naturaleza espiritual, gracias a la cual podremos vivir plenamente encarnados e iluminados, en estados ascendidos de conciencia, mientras mantenemos la forma física durante nuestro paso por este planeta.

Transición ahora: 2012 y más allá