El santuario del Grial en el catarismo
El santuario del Grial en el catarismo
- EAN: 9788461406852
- ISBN: 9788461406852
- Editorial: Mandala Ediciones, S.A.
- Año de la edición: 2010
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 140 X 200 mm.
- Páginas: 420
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Disponible 48/72 hoas
Descripción
Quiero revelarme a la humanidad por primera vez, sin caricaturas históricas ni falsedades, tal como Soy verdaderamente, tal como me graban Mis adorados discípulos y como Yo quiero que me grabéis en vuestros corazones, llenos de amor.
Percibidme:
· Como Hijo del Amor y no de Jehová
· Como Apóstol del Amor y no como padre de los apóstoles de Jerusalén
· Como Maestro del Amor y no como nuevo legislador
· Como Rey del Amor y no reycillo de Jerusalén o de Bizancio
· Como el Coronado en la civilización de los grandes y pequeños cristos y no como una de las tres "Personas" inventadas y puestas sobre el trono bizantino
· Como Candil del Amor, y este amor puro, perfecto y superante será el acervo de los habitantes inmaculados de la divina civilización solar.
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La acumulación de espíritu en el bogomilismo
LA BONDAD ES ARQUETÍPICA. Por mucho que los malvados intentaron borrar la bondad, no pueden hacer nada contra ella. El arquetipo se manifiesta, a pesar de todo. Se lo puede ocultar temporalmente, debilitar, pero es imposible destruirlo. Y al contrario, el mal se borra sin dejar huella.
Es sabido que el eje mundial se ha movido en dirección a la bonhomización. También nosotros, hijos míos, hagamos moverse el eje espiritual un millón de grados en dirección a la bonhomización, ¡y se revelará al mundo una espiritualidad de tal bondad que las personas más puras se considerarán indignas y no preparadas!
¿Cómo conseguir que descienda a la tierra una bondad extraordinaria, un millón de veces más grande? Despertando del sueño milenario. Leyendo en la Biblioteca Mística. Nada más que su espíritu predispone en favor de la bondad inenarrable. ¡Y qué rostros imprimidos, tan hermosos…!
Teogama 6 ‘La rehabilitación del buen Padre’ Pág. 98-99
dto.
Catarismo XXI
Intenté, con la ayuda de medios celestiales, leer los pergaminos fragantes cataros. Penetré en el arcano de 10 más secreto de los Cataros. Quise presentarlos al mundo, no como aparecen en las imaginaciones deformadas terriblemente por los inquisidores que les odiaban y en las crónicas históricas y demás invenciones imparciales.
Los Cátaros son un amor demente, una grandísima revelación del derramamiento del amor, una nueva visión del hombre: limpio, purificado, así como se manifiesta en los modelos más perfectos ante la mirada perfecta de las fuerzas celestiales.
De hecho, hoy en día no ha quedado nada de los Cátaros. Parece que tampoco hay ningún Cátaro. Pero yo 10 diría así: no ha quedado nada en el mundo, aparte del catarismo ...
El Beato Yohann
dto.
El Salterio de Eufrosinia
l cantor de salmos de nuestros días, no solo recrea el estilo original y la tradición devocional de los boca de oro eslavos, sino como novador la desarrolla y enriquece. Los autores de los himnos de los habitantes celestiales, de los llantos profundos de arrepentimiento, de las cántigas guerreras parecen estar vinculados con un cierto hilo conductor: un estilo musical único, una fuerza sanadora inagotable y una gran potencia de exorcismo. ¡El Salterio celeste no tiene principio ni fin!
El autor presenta este fruto de sus hazañas incansables e inspiraciones místicas sublimes como don para los paladines del futuro, la humanidad de la Tierra nueva.
El Salterio de la Reina Celeste ha acumulado el conjunto de la gracia de los rezadores de la rama bogomila desde la creación del mundo. En sus páginas encontraremos las entonaciones de los cantores de salmos de la antigua Babilonia, Egipto, Partia, Palestina, Iberia. Con el oído sensible, percibamos las vibraciones de las esferas de los hesicastas de Éfeso, Athos, Cuevas de Kiev y Pskov…
Lo milagroso y extraordinario del presente salterio consiste en que el que lo recita, halla lazos peculiares con la Madre Divina, se hace un todo inseparable con Ella.
p. Afanasi
“Padre, Tu nos perdonaste
por la intervención de la Reina Celeste.
Las palabras de agradecimiento son improcedentes.
Convertiste nuestras penas en alegramientos,
nuestra aisladas cabañas en fraternos pueblos.
¡Cielos y quienes vivís en las alturas, retumbad,
a la Desposada divina de mil quinientas hipóstasis,
glorificad!
dto.