El Séptimo Rayo
Revelador de la Nueva Era
El Séptimo Rayo
Revelador de la Nueva Era
- EAN: 9788412429541
- ISBN: 9788412429541
- Editorial: Editorial Nous
- Año de la edición: 2022
- Medidas: 130 X 210 mm.
- Páginas: 286
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Disponible 48/72 hoas
Descripción
Para ayudar a los hombres y mujeres que se esfuerzan por prepararse para el servicio grupal durante esta era de transición, el Maestro Tibetano Djwhal Khul sugirió el estudio de todo lo que había escrito sobre el séptimo Rayo de Orden Ceremonial.
El Séptimo Rayo: Revelador de la Nueva Era es una recopilación de las declaraciones que se encuentran en los libros que Djwhal Khul escribió con Alice Bailey.
Otros libros de Escuela Arcana
De Belén al calvario
Solamente diré que soy un discípulo tibetano de cierto grado; esto puede significar muy poco para ustedes, porque todos son discípulos, desde el aspirante más humilde hasta más allá del Cristo Mismo. Tengo
un cuerpo físico al igual que todos los hombres; resido en los confines del Tíbet, y a veces (desde el punto de vista exotérico), cuando me lo permiten mis obligaciones, presido un grupo numeroso de lamas tibetanos. A
esto se debe la difusión de que soy abad de ese Monasterio Lamásico.
Aquellos que están asociados conmigo en el trabajo de la Jerarquía (los verdaderos discípulos están unidos en este trabajo), me conocen también con otro nombre y cargo. A.A.B. conoce dos de mis nombres.
Soy un hermano que ha andado un poco más por el sendero, y por consiguiente, tengo más responsabilidades que el estudiante común. He luchado y he abierto un camino hacia la luz y logré mayor cantidad de
ella que el aspirante común que leerá este artículo; por lo tanto, tengo que actuar como transmisor de luz, cueste lo que cueste. No soy un hombre viejo, con respecto a lo que la edad puede significar en un instructor,
y tampoco soy joven e inexperto. Mi trabajo consiste en enseñar y difundir el conocimiento de la Sabiduría Eterna dondequiera que encuentre respuesta, y esto lo llevo haciendo muchos años. Trato también
de ayudar a los Maestros M. y K.H. en todo momento, porque estoy relacionado con Ellos y Su trabajo. Lo expuesto hasta aquí encierra mucho, pero tampoco les digo nada que pueda inducirles a ofrecerme
esa ciega obediencia y tonta devoción que el aspirante emocional brinda al Gurú o Maestro, con el cual aún no está en condiciones de tomar contacto, ni puede lograrlo hasta tanto no haya transmutado la devoción
emocional en desinteresado servicio a la humanidad, no al Maestro.
dto.
El discipulado de la nueva era II
Estos dos volúmenes contienen el texto de una serie de instrucciones individuales y colectivas dadas a un pequeño grupo de aspirantes durante quince años por un Maestro de Sabiduría. Se hallan enseñanzas detalladas sobre la Meditación, la Iniciación y los Seis Estados del Discipulado. El acento está puesto sobre la nueva era, sobre la necesidad de abrir la vía al trabajo grupal y sobre el cambio que se produce en el método de entrenamiento para la iniciación, siendo este entrenamiento, en adelante dispensado ya no individualmente sino en grupos de discípulos.
Mientras la intención original en las instrucciones de trabajo de grupo contenidas en el Volumen I, era la eventual exteriorización, a través de grupos de nueve discípulos integrados, del trabajo de nueve grupos organizados subjetivamente (de aquí el nombre "Grupos de Nueve" dado a este trabajo), este segundo volumen contiene la enseñanza dada entre los años 1940 y 1949, después que el grupo fue reducido y reorganizado en un único grupo, "el nuevo grupo simiente".
Uno de los principales objetivos del nuevo grupo simiente era "anclar" algunos de los principios y pensamientos simiente para la nueva civilización de la era de Acuario, y también crear un grupo integrado de trabajadores Jerárquicos preparados, capaz de proporcionar la necesaria cooperación a las actividades iniciadas por la Jerarquía para fertilizar y preparar la conciencia humana para la tremenda estimulación del futuro inmediato. En este libro, por consiguiente, las instrucciones personales cubren un período más corto de tiempo y sólo 22 individuos. Gran parte de la enseñanza continúa poniendo énfasis a las necesidades y problemas de trabajo de grupo, fusión de grupo, conciencia de grupo y a la relación de los miembros de un grupo entre si y con el Maestro a quien tratan de servir. "Permitan que su horizonte sea amplio y su humildad grande", se dice al grupo, para que "un sentido ajustado de la proporción" --definición esotérica de humildad-- pueda regular el crecimiento en todas las relaciones, de acuerdo con las necesidades evolutivas del Plan Jerárquico.
Se acentúan dos aspectos sumamente importantes de la vida del discipulado, desde el punto de vista de las técnicas prácticas de entrenamiento: la meditación y la iniciación. La meditación no sólo se muestra como un camino de acercamiento individual al alma, y grupal al Maestro, sino como técnica creativa del Señor del Mundo por la que todo se trae a la existencia. Todos los centros de conciencia en el planeta, grandes y pequeños, pueden emplear las mismas técnicas meditativas para crear las formas nuevas y necesarias, de acuerdo con el cambio de énfasis del flujo de energía y el propósito divino. Así, la meditación se convierte en un acto de colaboración consciente con "los propósitos estrictamente redentores" de nuestra vida planetaria.
También se dan las enseñanzas para la iniciación en una presentación esencialmente práctica como "realidades de la vida", para ser entendidas y aplicadas. La idea ilusoria de la iniciación como premio a un estilo de vida correcto y autodisciplinado, se disipa a la luz de la realidad. La iniciación para el discípulo nada tiene que ver con las "iniciaciones" internas en organizaciones, características de muchas ordenes y grupos ocultos, privadas de significado excepto en el contexto de la propia organización.
La iniciación para el discípulo es el resultado de una expansión consciente hacia "un todo cada vez mayor" --una expansión progresiva dentro de la corriente efectiva de conciencia de nuestra Vida planetaria. Estas expansiones de conciencia van acompañadas por una sucesión de revelaciones; y en este volumen de "El Discipulado en la Nueva Era", se abordan cinco puntos de revelación, con las insinuaciones y las fórmulas simbólicas que llevan a una correcta interpretación de ellos.
Un discípulo es "uno que sabe"; ha aprendido a través de la experiencia personal que las leyes y principios espirituales aplicadas al servicio, crean una condición de equilibrio en la que se restablece la relación entre el Camino de Dios y los caminos de los hombres. A través de ese punto de fusión, la luz puede irradiar en beneficio de aquellos que se mueven en la oscuridad. La verdadera revelación es una experiencia compartida.
dto.
La naturaleza del cuerpo etérico
En esta recopilación, hemos intentado facilitar a los estudiantes de la Sabiduría Antigua, una visión más amplia y completa sobre la información dada por El Tibetano en sus libros. El Tibetano es el pseudónimo de un maestro espiritual (Djwhal Khul) que transmitió sus enseñanzas a traves de Alice A. Bailey, fundadora de la Escuela Arcana. Entre sus obras, se encuentran algunos textos dedicados al estudio del cuerpo eterico y sus implicaciones para la salud, la psicología y la evolución humana.
dto.
Iniciación humana y solar
Una iniciación es una expansión de la conciencia, lo que lleva a la revelación e iluminación. La iniciación es experimentada por todas las formas de vida, grandes y pequeñas. El trabajo de la Jerarquía planetaria, en sus diversas etapas de la maestría, se describe en este libro, y se dan las Catorce Reglas por las cuales el neófito puede llegar a ser un Solicitante en el Portal de la Iniciación.
El tema de la "iniciación" aparece en diversas relaciones a lo largo de esta serie de libros. Una iniciación es una expansión de consciencia, un medio para abrir la mente y el corazón a un reconocimiento de lo que ya existe en la realidad. Es, por lo tanto, un resultado de la capacidad de trascender esos espejismos e ilusiones que velan la verdad y limitan la consciencia.
Como un proceso vivo, la iniciación es experimentada por todas las formas de vida, grandes y pequeñas, de lo universal a lo particular. El proceso de iniciación en nuestro sistema solar se basa en un patrón que se duplica y se refleja dentro del todo, y a lo largo de todas sus muchas partes. Se podría llamar el hilo de energía viviente, aceptado y entretejido en todo el tapiz por cada unidad de consciencia en la creación de una síntesis final.
A partir de este descubrimiento un tanto abstracto, el individuo debe concretar el proceso en un esfuerzo por percibir y entender cómo las formas diversas y distintivas de la vida incluidas en un organismo completo realizan una función individual de vital importancia que, en relación con todas las demás partes, contribuyen al plan de la evolución que todo lo abarca. Incluso este esfuerzo para estirar la mente más allá de sus límites normales hacia la comprensión del propósito planetario, plan y proceso, evoca un conocimiento más inclusivo de las relaciones dentro del todo. Una mente que así se expandió nunca vuelve a sus dimensiones originales.
dto.