El Tarot es el sistema educativo audiovisual más antiguo que se conoce. Sus láminas representan todos los aspectos de la vida, por eso han enseñado a los hombres, desde los persas y los egipcios, hasta la gente de nuestro tiempo, pasando por griegos, romanos y renacentistas, a conocerse a sí mismos, tanto en sus ambiciones materiales, como espirituales, indicando lo bueno y lo malo, lo positivo y lo negativo, y los aciertos y fallos que se cometen. El hombre ha avanzado mucho tecnológicamente, pero su comportamiento personal casi no ha variado en los últimos seis mil años. Esencialmente sigue siendo el mismo: sus ambiciones y sufrimientos son idénticos desde entonces hasta hoy. Esa es la razón de que el Tarot siga teniendo una vigencia educativa y adivinatoria capaz de orientar al hombre, descubriendo su pasado, su presente y su futuro, hacia un destino mejor. Y este libro pretende, siguiendo una línea lógica y ordenada, descubrir para el lector las claves que nos permiten una interpretación sencilla, clara y directa.

Al abrir este libro y comenzar su lectura, descubrimos que cada poema adopta el nombre de cada uno de los veintidós arcanos mayores del Tarot. Cada página de esta obra nos pone en contacto directo con un palpitante simbolismo que nos invita a adentrarnos en el mundo del inconsciente y de lo desconocido. Lesoj sabe muy bien que los arquetipos siempre se escapan de las manos de sus creadores. Sus palabras, al igual que sus imágenes, reverberan en lo más profundo de nuestro sentir. Son senderos por los que transita el inconsciente. Son caminos invisibles que hay entre las ataduras de la materia y la llamada del espíritu. Senderos vibrantes que nos incitan a la experiencia, a jugar, a explorar el juego de la vida con todos sus matices. Transitar estos caminos de la mano de Lesoj, nos hará sentir como si perteneciéramos a una fraternidad invisible. Para Alejandro Jodorowsky, “el Tarot es el libro más importante de la cultura occidental”. Tanto que, opina que debería estudiarse en las universidades. Lesoj, al igual que Jodorowsky, usa el Tarot de Marsella porque según sus propias palabras es el más artístico y a su vez el más velado. Su habilidad estriba principalmente en sacar puntadas del inconsciente colectivo y tejer un tapiz de curiosos fractales que nos impactan hasta alcanzar una visión transcendente de la realidad. Arte en estado puro.

Sin duda, A. E. Waite revolucionó la mayoría de los conceptos sobre el Tarot anteriores a él, y hoy no se concibe el estudiode esta materia sin su extraordinaria contribución. Esta aportación consistió en presentar a los interesados en el ocultismo unanueva visión del Tarot basada en el simbolismo hermético, y que plasmó, por una parte, en un libro, y, por otra, en el diseño desu famosa baraja. Pero mientras el Tarot que él creó es hoy día difundido y conocido en todo el mundo, el libro que conteníasu estudio es, sorprendentemente, mucho más desconocido. En este estuche se incluye dicho libro, publicado en 1910 enInglaterra bajo el título de La clave ilustrada del Tarot, junto a su famosa baraja del Tarot.Con seguridad, este libro y la baraja constituyen en su conjunto la obra sobre Tarot más importante creada hasta la fecha y unreferente imprescindible para toda persona interesada en esta disciplina.

El tarot puede ser estudiado desde distintos ángulos, al tratarse de un libro de sabiduría multidimensional. El propósito de este libro es encontrar las relaciones existentes entre la mitología griega y egipcia con el tarot de Marsella, así como sus vínculos con las estrellas y constelaciones. Con ello sale a la luz un conocimiento secreto hasta ahora: la existencia de un mapa o camino que, reflejado en las estrellas, constituye el camino de búsqueda del conocimiento en todo ser humano. Encarna Sánchez y Daniel Rodés añaden, además, en esta obra, las relaciones que aparecen a partir de los símbolos presentes en los arcanos respecto al ámbito de la salud en todas las 78 cartas de la baraja: arcanos mayores y menores.