Esta selección de cuentos es una entrega que puede preanunciar el inicio de una hermosa amistad, o renacer a un vínculo cómplice de código secreto, nunca a un lazo opresor o meramente formal.
Con este mensaje expreso a mis lectores, inteligentes, originales, sensibles y legítimos dioses del asombro compartido, que los quiero y que prosigo escribiendo para ellos con renovado entusiasmo.
Supongo que muchos habrán advertido, a través de mis obras, que soy un humorista; un filósofo práctico que hace pensar con alegría, sin agobios, liberador, que convoca a lo mejor de cada uno de nosotros a la aventura de ascender a una vida más abundante; un investigador de la conciencia que, compromete y profundiza, con juegos simples de autoironía y que en cada título anuncio provocativamente nuevos hallazgos valiosos e imprevistos.

Los cuentos africanos son una fuente pura de enseñanzas sobre la vida y el espíritu de la tierra.Los animales simbólicos de su cosmología-la perfidia de la araña, la astucia del cocodrilo-han servido a las voces tribales para tejer un revelador tapiz del alma.

Un relato excepcional donde la emoción y el conocimiento se mezclan para transmitir una vivencia extraordinaria.
Ciertamente, es posible mantener una relación con un árbol. El autor, en estas páginas de bellas imágenes, nos relata la relación de amor y amistad de un joven con un anciano árbol, que se convertirá en su maestro, en su guía para acceder al más íntimo conocimiento de sí mismo.
En la misma línea que su anterior obra, Lo que no se ve, el autor se sirve de palabras sencillas, de fábulas y alegorías para transmitir una profunda experiencia.