Enseñanzas secretas de Hermes a Tat
Enseñanzas secretas de Hermes a Tat
- EAN: 9788488865151
- ISBN: 9788488865151
- Editorial: MRA Creación y Realización Editorial, S.L.
- Año de la edición: 1753
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 160 X 220 mm.
- Páginas: 128
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AGOTADO
Descripción
Con este volumen que incluimos en la colección Aurum, iniciamos una serie de títulos atribuidos desde la antigüedad a Hermes Trismegisto. Constituye una serie de tratados que han dado lugar a la tradición hermética, presente en occidente a lo largo de los siglos. El presente libro contiene las enseñanzas secretas de Hermes a su hijo Tat, texto procedente de la selección de Estobeo. Comprende aspectos tan sugerentes como: conocimiento de Dios, acerca de la verdad, de la piedad, sobre las clases de almas, sobre la ciencia y el conocimiento natural, sobre las fuerzas cósmicas… en su conjunto, constituye una cantera sorprendente de conocimientos iniciáticos. Una amplia introducción sobre los temas sustanciales del hermetismo, abre esta cuidada versión de la obra, asociada al nombre del tres veces santo.
Otros libros de Ocultismo
Su satánica majestad, Aleister Crowley
Nacido en el seno de una familia acomodada, los padres de Crowley eran miembros de la secta fanática La Hermandad de Plymouth, lo que le hizo padecer una difícil infancia y un inmenso rechazo por el cristianismo. En 1898, mientras estudiaba en Cambridge, decidió emprender su carrera como mago. Al igual que el poeta WB Yeats, ingresó en la Orden Hermética del Amanecer Dorado y más adelante se convirtió en líder de la Ordo Templi Orientis, que hoy en día continúa existiendo.
Para Crowley, la magia se encontraba íntimamente ligada a la voluntad humana y llegó a creer que tanto él como sus discípulos podían ejercer control sobre casi cualquier cosa mediante el solo empleo de la voluntad. Sin embargo, lo que le convirtió en carne de cañón de los tabloides británicos fue su utilización del sexo como fuerza creativa necesaria para realizar su trabajo, manteniendo relaciones sexuales con cientos de mujeres y hombres de todo el mundo.
En esta biografía Martin Booth relata, sin emitir juicios de valor, los hechos reales de la vida del ocultista, poeta, novelista, bisexual y consumidor de estupefacientes, dejando que el lector decida por sí mismo si se trataba de un charlatán degenerado o de un auténtico mago.
dto.
Magia lunar
"Dicen que cuando un novelista imagina una situación provoca que ésta ocurra. Sea como fuere, cuando imaginé el personaje de Vivien Le Fay Morgan -o Lilith Le Fay, como ella a veces se hace llamar-, di vida a una personalidad, y en el segundo libro en el que ella aparece -o sea, el presente volumen-, dista mucho de ser una marioneta en mis manos; es más, toma el control de la situación. Lilith se considera una sacerdotisa de la gran diosa Naturaleza y, como tal, puede reclamar el derecho divino ante todas las leyes hechas por el hombre. Es este un asunto que no puedo jusgar porque lo desconozco. Lo único que sí sé es que Lilith vive la vida a su extraña manera; vive tanto para los demás como para mí, y es muy posible que a algunos de los que lean este libro se les aparezca como una sombría figura apenas visible en la penumbra de la mente. El punto de vista de Lilith Le Fay es puramente pagano; ella se rebela contra la sociedad y se muestra partidaría de reformarla. Por supuesto, tal vez represente mi sobconsciente freudiano y admito que hay mucho de mí en Lilith Le Fay. El escritor verdaderamente creativo anota el diálogo que oye emplear a sus personajes; pero, en el caso de Lilith Le Fay, yo he ido aún más lejos: la he dejado hablar a ella. Tras acabar "La Sacerdotisa del Mar", Lilith no quiso permanecer en su tumba; su fantasma se empeñó en caminar, y lo hizo con tanta determinación que me obligó a escribir este libro que no deja de ser una curiosidad psicológica. Además, contiene cierta dosis de rarísimas tradiciones, la mayor parte de las cuales yo desconocía hasta que leí sus páginas. He puesto mucho en esta novela, pero aún hay más en ella de lo que yo he puesto. Incluso pudiera decirse que escribirla fue un acto de magia. No asumo la responsabilidad ni del argumento ni de los personajes: estos se crearon a sí mismos.
dto.
