Fundamentos De La Higiene Vital

Fundamentos De La Higiene Vital
- EAN: 846045496
- ISBN: 846045496
- Editorial: Puertas Abiertas N.E.
- Año de la edición: 2018
- Encuadernación:
- Medidas: 0 X 0 mm.
- Páginas: 0
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¿Cómo conseguir un peso adecuado y mantenerlo? ¿Cómo dejar de fumar y no recaer? ¿Cómo sobrevivir al estrés? El cardiólogo Valentí Fuster, Premio Príncipe de Asturias de Investigación 1996, ofrece en La ciencia de la salud, escrito en colaboración con el periodista Josep Corbella, consejos básicos para cuidar la salud y mejorar la calidad de vida.
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Cómo beber agua de mar
Si pensamos en beber agua de mar, en primer lugar hemos de elegir si la beberemos hipertónica (sin rebajar) o isotónica (rebajada en la proporción de 3 partes de agua dulce por 1 de agua de mar). Tanto en una forma como en otra, se puede mejorar el gusto añadiéndole por ejemplo zumo de limón. Y sea cual sea el formato, hay que decidir si se toma mucha de golpe o se va tomando a pequeños tragos. Para decidir eso conviene saber básicamente si se prefiere usar el agua de mar como purgante (laxante por tanto) o como nutriente. En el primer caso, la mayor parte de las sales ingeridas, se pierden. En el segundo caso, se retienen totalmente. Para la primera opción va mejor el agua sin rebajar y tomada lo más seguida posible. A estos efectos se suele preferir tomarla en ayunas. Si se pretende beberla como nutriente, puede hacerse o convirtiéndola en isotónica o directamente hipertónica. Tanto en un caso como en otro, hay que procurar beberla a pequeños sorbos si es hipertónica y a pequeños vasos si es isotónica espaciados entre sí para evitar que la acumulación de sal en el intestino tenga efecto laxante. En cuanto a la cantidad, si tenemos en cuenta por una parte la sal que ingerimos, y por otra la excelente calidad de esta sal (muy compensada por la gran variedad de elementos que la componen), un cuarto de litro de AM será una buena cantidad de referencia, puesto que no representa una carga excesiva para nuestro organismo sus 9 gramos de sal. Excepto que se tengan problemas renales o de hipertensión, en cuyo caso habría que empezar por cantidades menores y estar muy atento a las reacciones del organismo. En cualquier caso, lo ideal es que el agua de mar desplace a cualquier sal que se consuma en la cocina, con lo que se mantiene el equilibrio mineral.
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Estoy viva
Qué gran poder el de nuestro pensamiento, que nos conduce a interpretar todo lo percibido hacia dentro y hacia fuera de nuestro ser. Pero claro, cada uno posee sus propios prismas, algunos here-
dados, otros regalados en la educación, y otros adquiridos en el contexto de las experiencias personales. Y ahí están, las hijas del pensamiento: las emociones, las sensaciones y las conductas. Ellas saldrán al mundo, y el mundo les devolverá su respuesta.
Podemos quedarnos impasibles, asustarnos, rendirnos, luchar... Ningún acto ocurrirá en el vacío... y así hasta que dejemos de respirar. Pues este relato que ha caído en vuestras manos es la respuesta del mundo hacia una persona sensible, humana, culta, que no se queda impasible, y dialoga con la vida, preguntando, increpando, dudando... Que trata de conectar cada mañana con sus sueños y deseos. Esta es la historia de una vida llena de lucha, y entrega, de una guerrera impasible, que hoy llama a vuestra puerta, dejadla pasar, no os dejará indiferentes.
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Microbiota y salud mental
En 2016, se publicaron los resultados de un experimento sorprendente. A un grupo de ratones les cambiaron todas sus bacterias intestinales por otras de personas con depresión. Al cabo de unos días, los ratones se deprimieron. La depresión se puede trasplantar? en ratones.
Estudios como este demuestran la estrecha relación entre nuestros microbios (la microbiota) y nuestras células. Cuando ese equilibrio se altera y disminuye el número y diversidad de los microorganismos? tenemos un problema. Se han encontrado cambios en la composición de la microbiota en más de 300 enfermedades, desde la obesidad, la diabetes tipo 2 o las enfermedades autoinmunes, hasta otras como la depresión, el párkinson, el alzhéimer o el autismo.
La relación entre el intestino y el cerebro es uno de los temas más apasionantes de la medicina actual. Uno de los mayores expertos en este campo, el catedrático de Microbiología Ignacio López-Goñi, descubre en este libro cómo es el intestino y sus bacterias, la relación con algunas enfermedades mentales, cómo es el mecanismo por el que se comunica el intestino con el cerebro y lo más importante:
Cómo podemos alterar o modificar la microbiota para mejorar nuestra salud mental.
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