Gulistan . El jardín de las rosas
Gulistan . El jardín de las rosas
- EAN: 9788412864601
- ISBN: 9788412864601
- Editorial: SUFI
- Año de la edición: 2022
- Medidas: 135 X 215 mm.
- Páginas: 296
(0 Comentarios)
Comenta y valora este libro
Disponible 48/72 horas
Descripción
El Sheik Saadi de Shiraz nació en Shiraz alrededor de 1200 (según las fuentes, entre 1184 a 1213) y murió en 1292. Fue discípulo del eminente Sheik sufí Shahabuddin Suhrawardi.
Siendo joven, se traslada a Bagdad a para estudiar literatura árabe y ciencias islámicas y viajó extensamente por la India, África y el mundo árabe, dada las condiciones de inestabilidad que siguieron a las invasiones mongolas. Saadi convivió con la gente ordinaria, sobrevivientes del holocausto mongol. Se reunió a altas horas de la noche intercambiando ideas con mercaderes, granjeros, religiosos, caminantes, ladrones y mendigos sufíes. Durante veinte años o más, continuó la misma rutina de sermones, advertencias, aprendizaje, perfeccionando su dialéctica y puliéndola en gemas que iluminarían la sabiduría y las debilidades de su pueblo.
Vuelve a Shiraz a edad avanzada, siendo recibido con gran respeto.
De sus obras, traducidas a numerosos idiomas occidentales, destacan “”El Gulistán” o “Jardín de las Rosas” y “El Bustán” o “Jardín de los Frutos”.
Otros libros de Sufismo-Islam
El corazón sabe
En la enseñanza sufí el corazón humano no es una metáfora fruto de la imaginación sino un órgano objetivo de intuición y percepción. Es capaz de percibir todo lo que es bello y significativo en la vida, y de reflejar estas cualidades espirituales en el mundo, en beneficio de los demás. Todo corazón humano tiene la capacidad y el sino de llevar ese mundo de realidad divina a este mundo de apariencias.
Los sufíes han sido pedagogos del corazón durante unos catorce siglos. Sus enseñanzas y métodos están diseñados para ayudarnos a despertar y purificar el corazón, para aprender a escuchar nuestro conocimiento más profundo. En El corazón sabe, Kabir Helminski presenta el camino sufí como una espiritualidad práctica adecuada para todas las culturas y épocas, y ofrece ideas que son especialmente valiosas para nuestra vida en el mundo de hoy. Al desarrollar un corazón sabio, aprendemos a experimentar un nuevo sentido del yo, a transformar nuestras relaciones, y a mejorar nuestras capacidades creativas. Lo más importante, aprendemos cómo afrontar el desafío espiritual de nuestro tiempo: darnos cuenta de nuestra humanidad sagrada.
dto.
Cómo ser sufí y morir en el intento
Conocer a Mawlana -síntesis de Jesús, Buda y el maestro Yoda- fue como tragarme un elefante de un bocado: aún lo estoy digiriendo. Después solo me quedaron dos opciones: seguirle o anestesiar mi corazón. Sufismo o suicidio. El sufismo integra una práctica espiritual radicalmente transformadora, una filosofía no-dual y una psicología transpersonal. Todo en uno. Te lo contaré, desde mi experiencia comprometida de más de diez años, con amor y con humor, con profundidad y risas, a lo sufí. Me tomo la libertad de darte un consejo antes de empezar: lánzate de cabeza al abismo, ven a bailar conmigo la danza cósmica de los derviches. No te arrepentirás, porque, en el fondo, también tú eres sufí. Aunque aún no lo sabes.
dto.
El Corán
La palabra ALQUR'M (el Corán) significa: «La lectura por excelencia» o «La Recitación». Es la reproducción, sin el menor cambio en la forma o en el fondo, de la palabra misma de Dios que le fuera transmitida oralmente al Apóstol por el Arcángel Gabriel en la sagrada noche de Alqádr (el decreto) como guía, albricia, exhortación, mensaje e invitación para el bien de este mundo y el otro.
El Corán es una obra literaria maestra, en la cual la morfología y la sintaxis son de una perfección absoluta. Su grandilocuencia unida a su maravilloso estilo poético evade todos los géneros de composición corriente en la literatura árabe, constituyendo un milagroso efecto al que no alcanzan las facultades humanas. Su rimada prosa ostenta tal fuerza de lenguaje, tal elegancia de estilo en frases tan elocuentes, que se le estima como inigualable monumento literario en lengua arábiga.
Es sin duda cierto que Mahoma no ha omitido una sola palabra de las que les transmitiera el Arcángel Gabriel; los fieles durante mucho tiempo repitieron de viva voz el texto del Corán antes de que fuera fijado por escrito definitivamente, previas consultas expresas a todos «los portadores del Corán», es decir, a aquellos que sabían de memoria los fragmentos de una manera fidedigna e inequívoca.
dto.
