El prestigioso Maestro Víctor Fernández, Presidente de la Federación Europea de Reiki profesional nos inicia en el método Reiki Ryoho, que ha entrado con fuerza en nuestro mundo, gracias a su facilidad de aprendizaje y a los grandes beneficios que nos aporta, pero que aún está envuelto en una cierta aureola de misterio, tal como los maestros tradicionales gustaron siempre de mantener.

Sin embargo, el tiempo de los secretos ha terminado y en este trabajo, inédito en todo el mundo, se ofrece por primera vez un compendio de las principales técnicas de primer y segundo nivel de Reiki japonés en formato libro y DVD, para que cualquier persona pueda iniciarse en el arte del reiki con total seguridad y confianza. Está avalado por la "Federación Europea de Reiki Profesional", lo que es garantía de calidad y excelencia.

Como sostiene Edward Bach, ser terapeuta -en cualquier rama- es una vocación, y los terapeutas, más que elegir, son elegidos para esta tarea. Pero también se requiere una cierta preparación para el oficio. Los talentos son dones recibidos, mas no alcanzan a ser herramienta suficiente si no van acompañados por el cultivo de las habilidades y valores propios, en este caso del campo terapéutico floral, y de una práctica que nunca es sobrada. Este libro refleja el trabajo desarrollado por el autor en torno de la experiencia clínica con esencias florales a lo largo de casi 40 años. Con indudable criterio didáctico, se presenta en tres partes. La primera está destinada a la doctrina diagnóstica, la segunda a la prescriptiva, y en la tercera se incluye un conjunto de diversos escritos sobre clínica y terapéutica, que hacen referencia a conceptos muy necesarios a considerar en el tratamiento con esencias florales. Los instrumentos de los cuales se vale el terapeuta para hacer su labor son los remedios florales. Los remedios curan, pero es la relación la que sana a través de ellos. Muchas personas son capaces de prescribirlos luego de un entrenamiento adecuado, pero no todas están preparadas para ser terapeutas

Las doce etapas de las curaciones excepcionales

A pesar de enfrentarse a un diagnóstico fatídico, muchas personas consiguen dar un vuelco a la situación y curarse. Así lo demuestra el estudio empírico que el doctor Alain Moenaert llevó a cabo durante veinte años con 210 enfermos graves que, en contra de toda previsión, experimentaron curaciones extraordinarias. Estos casos confirman que la psique ejerce una enorme influencia sobre el organismo, y que quienes se convierten en artífices de su propia recuperación siguen unos pasos bien definidos.

Las doce etapas de la curación expone las herramientas y soluciones que permiten seguir el mismo proceso de curación que estos pacientes, y estructura los resultados de la investigación en doce capítulos que describen el proceso que conduce de la enfermedad a la salud:

1. Aceptar el diagnóstico pero rechazar el pronóstico.
2. Reinterpretar la catástrofe: «Es la oportunidad de mi vida».
3. Asumir la responsabilidad en la creación del problema.
4. Convertirse en la persona más importante para uno mismo.
5. Proponerse un objetivo.
6. Comprender el mensaje: la función del síntoma.
7. Limpiar el pasado de traumas y creencias limitantes.
8. Perdonar para crear un futuro sin tensiones.
9. Soltar lastre para construir un presente continuamente satisfactorio.
10. Crear referencias internas.
11. Sentirse conectado con el Todo: desarrollar una práctica espiritual.
12. Vivir la vida

Los fósiles son el equivalente vibratorio de complejas moléculas orgánicas que en el remoto pasado formaron parte de un ser vivo, y desde hace miles de años se utilizan como solución para muchas dolencias. Hipócrates, Galeno, Dioscórides y todos los practicantes de la antigua medicina tradicional y popular, usaban fósiles como remedios curativos.

De acuerdo con las más actuales teorías sobre la epigenética, su efectividad radica en el poder de modificar nuestro ADN mediante las vibraciones de otros ADN que resuenan y se acoplan al campo vibratorio de nuestro propio ADN, y así transferir una eficaz y revitalizadora información.

Ahora sabemos que las vibraciones de nuestros pensamientos, de nuestras emociones, de la música y de un paisaje pueden afectar a nuestro ADN, para bien o para mal, para curarnos o para enfermarnos. Y el primitivo ADN de los fósiles vibra y sus vibraciones también afectan a nuestro ADN. Para bien. Para nuestra salud.

El autor es Licenciado en Ciencias Naturales por la Universidad de Buenos Aires y doctorado por la Sorbona de París. Ha dedicado muchos años a las Ciencias de la Tierra y la conservación del medio ambiente, así como al estudio de la biología y en especial a su relación con los minerales presentes en los suelos de nuestro planeta.