Este es un libro que trata sobre una mítica ciudad: Shambala, que fue fundada hace muchísimo tiempo por el Señor del Mundo, Sanat Kumara. Aunque, a decir verdad, trata sobre uno de los aspectos para la que fue concebida: la preparación de los seres humanos que, independientemente de su estado de conciencia en los planos internos de la existencia, han de tener un entrenamiento, una preparación ante el desafío que se les presenta por delante.
Nada más y nada menos que tener un período de lo que hemos denominado “vida”, o varios, en un planeta, en apariencia lleno de sombras, aunque hermoso denominado la Tierra.
Un ser humano ha de ser capaz de salir airoso de muchas situaciones angustiosas, a resultas del olvido a que se ve sometido al sumergirse en la vorágine de las diferentes sociedades que habitan la superficie del planeta. El relato puede parecer un cuento, a veces, otras, podría parecer un intrincado maremágnum de conceptos difíciles de asimilar, pero su autora ha puesto el acento en hacerlo lo más amable posible para el entendimiento de todos los que se atrevan a posar su mirada e inteligencia en él. Es un libro apto para todas las edades, porque el ser humano posee todos los tiempos del Universo; somos eternos.
Para ti, querido ser humano, se ha escrito Shambala Escuela de Dioses, porque eso es lo que somos todos y cada uno de los seres que habitan este planeta: Dioses dispuestos a salir de este laberinto en que andamos metidos.
Mucha Luz.

Una tarde, al volver del trabajo, el humilde y sabio Jacob encuentra a un muchacho desconocido en la puerta de su casa. Jonás, un chico huérfano, ha sido enviado por un viejo amigo de Jacob para que éste lo eduque, lo instruya y le dé amor. Ahora, por primera vez, el amable poeta tiene el privilegio de la paternidad. Mientras el hombre y el chico intentan comprenderse, Jacob responde a preguntas profundas sobre la paternidad y la intimidad, el amor y la pérdida, el hacerse mayor y la juventud de espíritu. Y cuando Jacob habla, nosotros escuchamos...

El profeta. Edición en tapa dura con las ilustraciones originales del autor, a todo color.

El profeta, la obra cumbre de Gibran, se ha traducido a más de veinte idiomas, y figura como el libro más leído del siglo XX, después de la Biblia. Sus palabras, cuidadosamente elegidas, su deliciosa poesía, su mensaje espiritual… colocan al autor entre uno de los mejores que nos ha legado la literatura mundial. Para escribir como él lo hace se necesita una sensibilidad muy especial. 

Se trata de un libro para ser leído más de una vez. Sus palabras nos transportan a mundos increíbles y nos elevan por encima de nosotros mismos. Nos hacen olvidar nuestras miserias humanas, descubriéndonos el verdadero sentido de las cosas, y recobrar la perspectiva que nunca debimos perder, si miramos en el interior de nuestra alma. En resumen, un libro que, con su mensaje de sabiduría, serenidad y amor, hace que la Humanidad en general recupere su nivel espiritual y humano. 

La edición que presentamos cubre un hueco entre las publicaciones de lengua española, ya que reproduce las ilustraciones originales, a todo color, que el autor realizó para su obra.

Este destacado escritor chino es el primero que obtiene el Premio Nobel de Literatura, en su país. Sólo entonces se comienza a reconocer allí su enorme talento artístico. Sus influencias apuntan en lo formal a Europa, aunque no falta la referencia a la tradición asiática cuando quiere hablar de la época que le tocó vivir. Ésta es su obra más conocida. Fue escrita entre los años 1982 y 1989. Relata la peregrinación de un etnólogo en la China Septentrional durante la Revolución, en busca de culturas originarias. La novela recuerda la idea grandiosa del romanticismo alemán en la poesía. El autor utiliza técnicas narrativas muy distintas de la ocupadas por otros creadores chinos pero, eso sí, consigue darle a todo el ambiente contado, un toque único, personal, y al mismo tiempo universal.