Si en Ha Derej se planteaba el camino desde Keter hasta Maljut, desde lo más elevado a lo más denso, en Et Maré se intenta mostrar el camino inverso. El estudiante promedio parece entender los fundamentos del descenso de la Luz, pero pocos los del ascenso. Sin ascensión no se completa el trabajo, todo queda en mera teoría. En cuanto a literatura kabalista se refiere, se escribe generalmente sólo para el principiante o para el erudito. El estudiante intermedio y el avanzado están algo desamparados. Mi intención es reparar esa falta, escribiendo para estimular la intuición elevada del principiante y ofrecer un apoyo verdadero a quien ya domina ciertas áreas de esta ciencia-arte que llamamos kabaláh. Este camino puede ser muy solitario, y las buenas compañías son escasas: ofrezco la mano de un viejo guerrero del Camino.Aquí encontrarás un conocimiento extraído de la experiencia iluminativa y de la corroboración terrenal, un intento de establecer puentes entre experiencias y una única kavanáh: que te ilumines.

“Y dijo Dios…” “Vayomer Elohim…” En esta sencilla expresión está contenida toda la enseñanza cabalística. ¿Cómo debemos interpretar el hecho de que Dios “hable” y que, como resultado de esas palabras, tenga lugar la Creación? Es aquí donde las letras hebreas – la manifestación primordial del lenguaje Divino – desempeñan su papel creativo. Estas, las letras, no son sólo los elementos que componen todo discurso, con la convencionalidad que ello puede entrañar, sino que además son los componentes básicos que estructuran la realidad; de alguna manera son su sustrato básico. Dios crea el mundo mediante la combinación y permutación de letras, no como instrumento a modo de artesano, sino como los principios ontológicos creativos que son el soporte último de todas las cosas. Las letras hebreas son así arquetipos, núcleos energéticos, inteligencias metafísicas, vasijas de Luz Divina, cables de ascenso hacia lo infinito. El conocimiento y la práctica con las letras hebreas no sólo nos lleva de vuelta al origen – a nuestra verdadera esencia – sino que nos hace participar del propio flujo creativo de la Deidad. Nos hace ser plenos habitantes de la Casa del Espíritu. En este libro, de teoría y práctica, encontrarás la puerta de entrada a este mundo sin fin de los elementos del lenguaje Divino.

Contiene 11 ilustraciones en color, y 6 páginas con 22 cartas en color para Meditación.