A todos nos atrae la posibilidad de controlar nuestro propio destino: evitar accidentes, aprovechar oportunidades... ¿Qué sentido tiene apostar por un determinado proyecto de vida y estudiar, casarse o pagar una casa a plazos si el destino nos tiene reservada una sorpresa desagradable? Puede ser un accidente, una enfermedad, una carrera equivocada, una relación equivocada o un país equivocado, y nuestra vida se desvanece, de una manera o de otra, en sentido literal o figurado. Y todo deja de tener sentido. El objetivo de esta obra es el de plantear una posible interacción con nuestro destino personal a partir de la astrología para cambiar el rumbo de nuestra existencia en mayor o menor medida, y de forma puntual o indefinida.

Obviamente para bien, para mejorar o para crecer como personas, ya sea en lo material o en otros niveles intangibles. Aquí expondremos diferentes herramientas astrológicas que podemos emplear para ello, estableciendo estrategias puntuales o globales para poder llevar a cabo este ambicioso objetivo. Porque, ¿puede haber algo mejor en astrología que poder controlar y cambiar nuestro propio destino?

Ningún astrólogo va hasta los limites extremos de la interpretación de un tema, por la evidente razón de que hay una serie de configuraciones astrales casi desconocidas que, forzosamente, no se toman en consideración. La mayor parte se contenta con el análisis de las posiciones de los planetas en los signos y las casas, así como de los aspectos y las regencias. Otros agregan las significaciones de las polaridades solares y lunares, de los decanatos, navamsas y grados zodiacales, así como de las constelaciones, de las estrellas fijas y de las moradas, y casas lunares. Entre las configuraciones que se descuidan, se encuentra en el primer rango, a nuestro punto de vista, El orden de los planetas en el tema. Es un factor tan importante, tan fácil de verificar, como la presencia de un planeta en el signo o casa. Los temas marcados, por ejemplo, por la sucesión de Marte, Luna y Urano (sea cual sea la distancia entre estos factores) presentan un aire de parentesco indiscutible.