Segunda de una serie que enmarcó bajo un título tan bello y sugerente como: «la Biblioteca Teosófica de las Maravillas». Una obra que, como indica el título, estaba confirmando lo que ocurría en su propia vida: el adentrarse, desde la aparentemente segura Ciencia, a los mundos etéreos e inspiradores de la Sabiduría Eterna denominada en su tiempo: Teosofía. Un mundo nuevo y misterioso, ante cuya puerta se alzó Roso como un Diógenes alumbrando el camino con su luz interior.

En El Umbral del Misterio, Roso aplica ya en ese año (en 1909 se publicó la 1ª edición), sus profundos conocimientos teosóficos a la explicación del Mundo desde el punto de vista social, político, científico, artístico, histórico, etc., y, con la «mirada» filosófico-esotérica, enfoca el problema de las ciudades a nivel higiénico y urbanístico, o nos desvela el misticismo de un Espronceda esotérico, o hace un extenso análisis de Pitágoras y sus enseñanzas, o de Paracelso, etc. Son artículos, la mayoría cortos y variados, que hacen muy agradable la lectura. También nos cuenta, con disimulo, pasajes de su propia vida exterior e interior.

Este librito de aforismos y notas, de extraordinario valor para cuantos tengan interés en el estudio de la espiritualidad oriental, fue escrito por Mabel Collins, recopilando material procedente de antiguos textos sánscritos.

Se publico por primera vez en 1885, y fue posteriormente objeto de numerosas ediciones inglesas y también traducido a todos los idiomas occidentales.

Ahora, un siglo después de aquella primera edición, nos complace ponerlo de nuevo al alcance del lector interesado, libre de comentarios ajenos al texto original.

En la medida en que el lector sea estimulado por el mensaje contenido en estas paginas, se habra cumplido nuestra misión.