Proverbios es un libro añejo, pero siempre joven. Como ocurre con el vino, sus largos años de envejecimiento le proporcionan un buqué de diferentes y atractivos aromas, siempre familiares al sabio lector habituado a lo más exquisito. Su juventud habla de un inconsciente colectivo que, a lo largo de los siglos y en cualesquiera culturas, aflora a cada momento en el esfuerzo individual y ompartido por comprender la realidad natural y social que nos envuelve, y a la que lanzamos preguntas, a veces angustiosas, sobre los modelos de actuación más idóneos para alcanzar una vida buena y una buena vida. El libro de los Proverbios recopila un saber secular, fruto de la experiencia crítica de generaciones, encapsulado en sentencias, refranes, apotegmas, aforismos e instrucciones, en los que predomina el educativo imperio de la imagen y del símbolo.

Su vitalidad actual puede servir de guía en el momento presente de nuestra historia, en una época en la que, desgraciadamente, la literatura gnómica va cediendo terreno ante el demoledor imperio de un lenguaje aséptico y pseudointelectual.

El poder infinito de la oración

Inspirándose en los antiquísimos manuscritos de Qumrán descubiertos en el Mar Muerto en 1947, Parry crea una serie de meditaciones y bendiciones que reflejan la sabiduría de las comunidades esenias y sus comuniones físicas diarias. Las sencillas prácticas espirituales de los esenios, que vivían en armonía con la Tierra y sus ciclos estacionales, les permitían absorber y canalizar todos los poderes curativos de la Naturaleza. Gracias a las meditaciones de los esenios recopiladas en este libro es posible aprender a vivir en armonía con el Universo e interrelacionar íntima y diariamente cuerpo, mente y espíritu.



Danaan Parry trabajó como piloto de helicóptero de la Guardia Costera de Estados Unidos y como físico investigador para la Comisión de Energía Atómica. Tras conocer personalmente a la madre Teresa de Calcuta puso en marcha una serie de iniciativas entre las que destacan los “Talleres Guerreros del Corazón”, “Pacificación Esencial” y, sobre todo, la asociación “Árboles de la paz para Vietnam”. Danaan Parry falleció en 1996 pero su legado espiritual sigue hoy cautivando a millones de personas.