La espiral de la conciencia
De la fragmentación a la unidad
La espiral de la conciencia
De la fragmentación a la unidad
- EAN: 9788411210645
- ISBN: 9788411210645
- Editorial: Editorial Kairós, S.A.
- Año de la edición: 2022
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 130 X 200 mm.
- Páginas: 330
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Disponible 48/72 hoas
Descripción
La vida es un proceso de búsqueda, encuentros, certezas, incertidumbre, luces y sombras, muerte y renacimiento… En sus giros ascendentes y descendentes, el proceso evolutivo de la conciencia se asemeja a una espiral: de lo inferior a lo superior, de la materia al espíritu, entretejiendo los hilos de la existencia en una trama multicolor en la que lo diverso se transforma en universo. Al liberarse de los apegos que la encadenan, la conciencia llega a la profunda comprensión del significado de la vida y la muerte, que le permite levantar el vuelo hacia el universo infinito y trascendente del espíritu. Ana María González Garza nos invita a cobrar consciencia de nuestras propias inquietudes y experiencias, y emprender nuestra propia búsqueda hacia un nuevo horizonte en el que la dualidad se transforma en unidad y la conciencia despierta a su verdadera esencia en su tránsito hacia lo infinito.
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La mayor revelación a la que puede accederse en la vida es descubrir que nuestra naturaleza esencial no comparte los límites ni el destino del cuerpo y la mente.
La cultura de nuestro mundo está basada en la creencia de que la conciencia se deriva de la materia, dando lugar así a la suposición materialista que impregna y condiciona casi todos los aspectos de nuestra vida. Una suposición que constituye la causa fundamental tanto del sufrimiento de los individuos como de los conflictos entre pueblos y naciones y la degradación de nuestro entorno. La naturaleza de la conciencia pone al descubierto la falacia de esta creencia y sugiere que l reconocimiento de la presencia, la primacía y la naturaleza de la conciencia es el requisito previo para cualquier nuevo paradigma que pretenda ocuparse de estos temas dirigiéndose a su núcleo.
«Escuchando a Rupert Spira he conseguido tener una comprensión más profunda que con cualquier otro exponente de la espiritualidad moderna. La realidad nos está enviando un mensaje que necesitamos escuchar desesperadamente, y en este momento ningún mensajero supera a Spira y a las transformadoras palabras de sus ensayos».
dto.
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dto.
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Las respuestas marcan hitos del pensamiento para organizar la realidad humana en su empeño por seguir vivos. Es el intento de este libro, hojas pegadas a la retina de lo imposible en la eterna búsqueda a la que os invito.
dto.
Tiempo Real arte de dejar que la vida suceda
“El tiempo no perdona”, oí esta frase por la calle refiriéndose al decaimiento de la vejez. Otro día un vecino de reciente jubilación me habló de cómo “matar el tiempo”. Lo de matar el tiempo es una frase muy tópica, pero nunca me había impactado tanto. Ambas frases me sonaban a que el tiempo fuera un enemigo muy peligroso.
Tiempo después encontré en un poema de Jeff Foster otra percepción distinta referente al tiempo: “¿Quién podría morir al tiempo?” En el contexto del poema se refería a quién podría asumir la dicha de entregarse totalmente al vacío del tiempo, es decir, al no tiempo.
La mitología griega nos muestra tres dioses del tiempo: Cronos, Aión (Eón) y Kairós. Cronos, dios del tiempo medido, marca los objetivos necesarios en nuestra vida social; Aión es el dios de la eternidad, del no tiempo. Los animales, los niños y los ancianos viven en ese estado intemporal; Kairós, dios del momento fugaz e inesperado, cuando todo es sincronía y magia sin necesidad de ordenarlo con nuestro control racional.
Le oí decir a Alejandro Jodorowsky que hay tres formas de entregarse al tiempo cuando vamos caminando y queremos llegar a un destino, yo le añado los tres dioses griegos: una forma es la de escoger la distancia más corta, aquí estaríamos entregándonos a Cronos para llegar antes; otra forma sería la de elegir el camino más bello o desconocido, podría ser el tiempo de Kairós; y entregarnos al instante presente, donde sentimos que ya hemos llegado en cada paso dado, ese es Aión.
dto.