La galvanoplastía espiritual
La galvanoplastía espiritual
- EAN: 9788493230180
- ISBN: 9788493230180
- Editorial: Asociación Prosveta Española
- Año de la edición: 2003
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 110 X 180 mm.
- Páginas: 201
(0 Comentarios)
Comenta y valora este libro
Disponible 48/72 hoas
Descripción
"En el universo existen dos principios fundamentales que se reflejan en todas las manifestaciones de la naturaleza y de la vida, y que se llaman principio masculino y principio femenino. La creación es la manifestación de estos dos principios, los cuales son la repetición de los dos grandes principios cósmicos creadores: el Padre Celestial y la Madre Divina, de los que el hombre y la mujer también son un reflejo. En la naturaleza no veréis otra cosa que el trabajo de estos dos principios bajo distintas formas y dimensiones. Lo veréis en el ser humano, y no sólo en su cuerpo físico sino también en su ser psíquico, en el cual el espíritu y el intelecto representa el principio masculino; y el alma y el corazón, el principio femenino. Estos dos principios deben necesariamente trabajar juntos; separados, son improductivos, y por ello siempre se buscan entre sí... La galvanoplastia espiritual es una aplicación en la vida interna de la ciencia de los dos principios".
Indice de materias
1. La galvanoplastia espiritual ( Leer capítulo )
2. El hombre y la mujer, reflejos de los dos principios masculino y femenino
3. El matrimonio
4. Amar sin desear poseer
5. Cómo mejorar la expresión del amor
6. Sólo el amor divino preserva el amor humano
7. El acto sexual desde el punto de vista de la Ciencia Iniciática
8. La esencia solar de la energía sexual
9. La concepción de los hijos La gestación
10. Los hijos de nuestro intelecto y de nuestro corazón
11. Devolver a la mujer su verdadero lugar
12.El reino de Dios, hijo de la mujer cósmica
Otros libros de Aïvanhov
Fórmulas y oraciones para la vida cotidiana
Cada día, consagrad al menos algunos minutos a introducir la armonía dentro de vosotros. Cerrad los ojos esforzándoos en liberar vuestro pensamiento de las preocupaciones cotidianas, y dirigidlo hacia las cimas, hacia las fuentes de la vida que alimentan todo el universo.
dto.
Armonía y salud
«Si estáis enfermo, es porque alimentáis algún desorden en vuestro interior: habéis alimentado ciertos pensamientos, ciertos sentimientos, ciertas actitudes, y ello ha acabado por reflejarse en vuestra salud. La mejor arma contra la enfermedad, es la armonía: día y noche, pensad en sincronizaros, en poneros de acuerdo, en consonancia con la vida entera, la vida ilimitada, la vida cósmica. En esto consiste la verdadera armonía. Armonizarse con algunas personas: con la propia mujer o el propio marido, los hijos, los padres, los vecinos, los amigos, aún no es suficiente. Debemos sintonizarnos con toda la vida universal.»
dto.
Los dos árboles del paraíso
«Desde hace miles de años los humanos han intentado comprender el origen del mundo, así como la aparición del mal (y su consecuencia, el sufrimiento) en este mundo. A menudo lo han presentado en forma de mitos, por lo que en los libros sagrados de todas las religiones se encuentran relatos simbólicos que hay que saber interpretar. La tradición cristiana utiliza el relato de Moisés, en el Génesis, en el que se dice que en el sexto día de la Creación, Dios hizo al hombre y a la mujer y los puso en el jardín del Edén, entre todas las especies de animales y plantas. Moisés sólo nombra dos árboles de este jardín: el Árbol de la Vida y el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, del que Dios prohibió comer sus frutos a Adán y Eva...
«El Árbol de la Vida representa la unidad de la vida, en la que la polarización aún no se manifiesta, es decir donde no hay ni bien ni mal, una región por encima del bien y del mal. Mientras que el otro Árbol representa el mundo de la polarización, en el que es obligado conocer la alternancia de los días y de las noches, de la alegría y de la pena, etc... Estos dos árboles son pues regiones del universo, o bien estados de conciencia, y no simples vegetales. Y que Dios dijera a Adán y Eva que no comieran del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal significa que aún no debían penetrar en la región de la polarización... »
dto.