Fuego blanco.Compensiones espirituales y enseñanza del maestro Advaita Zen

Existen multitud de seminarios, libros, religiones y filosoffas que ofrecen numerosos métodos para alcanzar el éxito, la paz, e incluso la Iluminación. Éste no es uno de ellos. Es, en cambio, una oportunidad para escuchar a un sabio contemporáneo, alguien que aún está vivo, alguien a quien le ha acontecido el suceso que llamamos Iluminación y quizás, en definitiva, una oportunidad para experimentar la Sabiduría.

Este conjunto de respuestas ofrecidas por Wayne Liquorman ha sido recopilado de diferentes «seminarios» a los que asistieron personas procedentes de todo el mundo. Casi todo el libro está formado por transcripciones de las grabaciones realizadas en esas sesiones. En ellas Wayne no sólo despeja multitud de dudas y aclara numerosos conceptos erróneos sobre el tema de la Iluminación, sino que, además, proporciona numerosas explicaciones sobre cuestiones tan diversas como las emociones y los pensamientos, los temas globales y la espiritualidad, de un modo franco y, a menudo, dotado de un gran sentido del humor.

White Fire es una colección de gemas que actúan como bombas de tiempo esperando a detonar en el corazón de cualquier buscador de la verdad auténtico. Las flechas de amor y sabiduría de Mooji atraviesan los velos de la ilusión y revelan la luz atemporal de la consciencia pura, que es el único ser verdadero, nuestro propio amado Ser.

Mooji es la encarnación del amor puro. Su gracia, compasión y sabiduría no tienen igual. Para aquel que anhela la libertad, la guía de Mooji es la respuesta a este anhelo. Sumérgete en la poderosa sabiduría de este hermoso libro: deja que queme lo que no es verdadero en ti y te traiga de vuelta a la vida como aquello que no puede morir.

Mooji comparte magistralmente las antiguas enseñanzas Advaita utilizando un estilo simple, directo y amoroso. Lo que ofrece en este libro está más allá de las palabras, y aún así las palabras mismas están dotadas de gracia viva. Contemplar estas declaraciones puede poner nuestro corazón en llamas, dando lugar a un verdadero reconocimiento de nuestro ser atemporal. Gracias Mooji por conducirnos tan amorosa e incansablemente de regreso a casa.