La naturaleza del cuerpo etérico
La naturaleza del cuerpo etérico
- EAN: 9788412776546
- ISBN: 9788412776546
- Editorial: Editorial Nous
- Año de la edición: 2024
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 150 X 210 mm.
- Páginas: 784
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Descripción
En esta recopilación, hemos intentado facilitar a los estudiantes de la Sabiduría Antigua, una visión más amplia y completa sobre la información dada por El Tibetano en sus libros. El Tibetano es el pseudónimo de un maestro espiritual (Djwhal Khul) que transmitió sus enseñanzas a traves de Alice A. Bailey, fundadora de la Escuela Arcana. Entre sus obras, se encuentran algunos textos dedicados al estudio del cuerpo eterico y sus implicaciones para la salud, la psicología y la evolución humana.
Otros libros de Escuela Arcana
Los problemas de la humanidad
eis problemas mundiales y sus numerosas ramificaciones presentan continuamente a la humanidad posibilidades de progreso. Este libro indica cuáles son estos problemas. Se relacionan los factores espirituales y las causas subyacentes con las manifestaciones externas y con los efectos que se producen en la escena mundial.
El texto de este libro se publicó por primera vez en forma de folleto inmediatamente después de la guerra. Pretendía mostrar los graves problemas existentes en siete áreas principales de la vida humana, tras la experiencia devastadora de la guerra mundial. Se comprendió que los problemas mismos habían existido de forma más o menos discreta y con un efecto creciente en la sociedad humana durante varios años. La guerra sirvió para precipitar las causas incipientes de alteración en las relaciones humanas y para revelar las profundidades no reconocidas del mal y de la ignorancia.
La edición actual de “Los Problemas de la Humanidad”, publicada en 1964, fue revisada y editada para eliminar todos los hechos y la información anticuada. Sin embargo, seis problemas básicos continúan confrontando a la humanidad con la oportunidad de progresar: la rehabilitación psicológica de las naciones, el problema de los niños del mundo; el problema del capital, el trabajo y la ocupación; el problema de las minorías raciales; el problema de las iglesias; el problema de la unidad internacional y la distribución equitativa de los recursos del mundo. Muchos de estos problemas sociales y económicos surgen, fundamentalmente, como resultado del crecimiento de la conciencia humana y del progreso en muchas comunidades y países desfavorecidos hacia la libertad, la igualdad y la interdependencia en un mundo moderno.
La enseñanza básica sobre estos problemas humanos contenida en los folletos originales se ha preservado sin ningún cambio. Aquí se muestra una perspectiva que relaciona el potencial espiritual y los factores subjetivos de la apariencia externa de los asuntos humanos. Las divisiones continuas en conciencia; las evaluaciones y las reacciones psicológicas a las condiciones mundiales; losprejuicios nacionales, religiosos, de clase o raciales;las condiciones de analfabetismo, enfermedad y pobreza, y el desequilibrio económico, son todos responsables de la creación y la perpetuación de las condiciones en las que la guerra es inevitable.
Sin embargo, el reconocimiento de las causas de estos problemas proporciona una oportunidad a aquellos que aman y sirven a sus semejantes. Para ocuparse de los efectos con comprensión, compasión e inteligencia, la primera condición previa es la capacidad de tener un pensamiento claro, imparcial–una forma de enfoque meditativo— a fin de ayudar a crear la “forma-pensamiento de solución”. Todos los hombres y mujeres de buena voluntad están interesados en la solución de estos problemas. Especialmente están interesados en aquellos que aceptan la auto-disciplina del entrenamiento para el discipulado en la nueva era, aquellos servidores mundiales capaces de relacionar las verdades esotéricas y las realidades espirituales en el campo de servicio en el que se encuentren.
El esoterista de hoy es un trabajador práctico. Su conciencia iluminada le permite acceder a una fuente de energía que es inagotable y que tiene su origen en la energía circulante de la Vida Una. Por eso se convierte en un centro de transmisión de energía entre la Jerarquía y la humanidad, reflejando el alma, o principio Crístico, a lo largo de todo su ámbito de servicio, iluminando y elevando las regiones oscuras de la conciencia humana. Su conocimiento de los asuntos mundiales y de los problemas humanos le ayuda a dirigir sus energías donde pueden ser de mayor servicio para el plan para la humanidad, y en el restablecimiento de todas las relaciones.
“Expresándolo más científicamente y desde el punto de vista esotérico: La impresión espiritual ha sido interrumpida, y también interferida la corriente divina circulatoria. La tarea de los discípulos del mundo es restablecer esta corriente y eliminar la interferencia. Tal es el principal problema que tienen ante sí las personas espirituales”.
dto.
El discipulado de la nueva era II
Estos dos volúmenes contienen el texto de una serie de instrucciones individuales y colectivas dadas a un pequeño grupo de aspirantes durante quince años por un Maestro de Sabiduría. Se hallan enseñanzas detalladas sobre la Meditación, la Iniciación y los Seis Estados del Discipulado. El acento está puesto sobre la nueva era, sobre la necesidad de abrir la vía al trabajo grupal y sobre el cambio que se produce en el método de entrenamiento para la iniciación, siendo este entrenamiento, en adelante dispensado ya no individualmente sino en grupos de discípulos.
Mientras la intención original en las instrucciones de trabajo de grupo contenidas en el Volumen I, era la eventual exteriorización, a través de grupos de nueve discípulos integrados, del trabajo de nueve grupos organizados subjetivamente (de aquí el nombre "Grupos de Nueve" dado a este trabajo), este segundo volumen contiene la enseñanza dada entre los años 1940 y 1949, después que el grupo fue reducido y reorganizado en un único grupo, "el nuevo grupo simiente".
Uno de los principales objetivos del nuevo grupo simiente era "anclar" algunos de los principios y pensamientos simiente para la nueva civilización de la era de Acuario, y también crear un grupo integrado de trabajadores Jerárquicos preparados, capaz de proporcionar la necesaria cooperación a las actividades iniciadas por la Jerarquía para fertilizar y preparar la conciencia humana para la tremenda estimulación del futuro inmediato. En este libro, por consiguiente, las instrucciones personales cubren un período más corto de tiempo y sólo 22 individuos. Gran parte de la enseñanza continúa poniendo énfasis a las necesidades y problemas de trabajo de grupo, fusión de grupo, conciencia de grupo y a la relación de los miembros de un grupo entre si y con el Maestro a quien tratan de servir. "Permitan que su horizonte sea amplio y su humildad grande", se dice al grupo, para que "un sentido ajustado de la proporción" --definición esotérica de humildad-- pueda regular el crecimiento en todas las relaciones, de acuerdo con las necesidades evolutivas del Plan Jerárquico.
Se acentúan dos aspectos sumamente importantes de la vida del discipulado, desde el punto de vista de las técnicas prácticas de entrenamiento: la meditación y la iniciación. La meditación no sólo se muestra como un camino de acercamiento individual al alma, y grupal al Maestro, sino como técnica creativa del Señor del Mundo por la que todo se trae a la existencia. Todos los centros de conciencia en el planeta, grandes y pequeños, pueden emplear las mismas técnicas meditativas para crear las formas nuevas y necesarias, de acuerdo con el cambio de énfasis del flujo de energía y el propósito divino. Así, la meditación se convierte en un acto de colaboración consciente con "los propósitos estrictamente redentores" de nuestra vida planetaria.
También se dan las enseñanzas para la iniciación en una presentación esencialmente práctica como "realidades de la vida", para ser entendidas y aplicadas. La idea ilusoria de la iniciación como premio a un estilo de vida correcto y autodisciplinado, se disipa a la luz de la realidad. La iniciación para el discípulo nada tiene que ver con las "iniciaciones" internas en organizaciones, características de muchas ordenes y grupos ocultos, privadas de significado excepto en el contexto de la propia organización.
La iniciación para el discípulo es el resultado de una expansión consciente hacia "un todo cada vez mayor" --una expansión progresiva dentro de la corriente efectiva de conciencia de nuestra Vida planetaria. Estas expansiones de conciencia van acompañadas por una sucesión de revelaciones; y en este volumen de "El Discipulado en la Nueva Era", se abordan cinco puntos de revelación, con las insinuaciones y las fórmulas simbólicas que llevan a una correcta interpretación de ellos.
Un discípulo es "uno que sabe"; ha aprendido a través de la experiencia personal que las leyes y principios espirituales aplicadas al servicio, crean una condición de equilibrio en la que se restablece la relación entre el Camino de Dios y los caminos de los hombres. A través de ese punto de fusión, la luz puede irradiar en beneficio de aquellos que se mueven en la oscuridad. La verdadera revelación es una experiencia compartida.
dto.
Cartas sobre meditación ocultista
La Escuela Arcana, fundada por Alice A. Bailey en 1923, imparte técnicas de entrenamiento para el Discipulado en la Nueva Era, basándose en la filosofía y psicología esotéricas, la meditación y el servicio como modo de vida.
Alineamiento del Ego o Alma con la Personalidad
La importancia de la Meditación
puntos a considerar cuando es asignada una meditación
Empleo de la palabra sagrada en la meditación Peligros a evitarse en la meditación
Empleo de fórmulas o formas en la meditación
Empleo del color y del sonido
Acercamiento a los maestros por medio de la meditación
Futuras escuelas de meditación
La purificación de los vehículos
La resultante vida de servicio
La constitución del hombre
jerarquias solar y planetaria
Glosario
dto.
De Belén al calvario
Solamente diré que soy un discípulo tibetano de cierto grado; esto puede significar muy poco para ustedes, porque todos son discípulos, desde el aspirante más humilde hasta más allá del Cristo Mismo. Tengo
un cuerpo físico al igual que todos los hombres; resido en los confines del Tíbet, y a veces (desde el punto de vista exotérico), cuando me lo permiten mis obligaciones, presido un grupo numeroso de lamas tibetanos. A
esto se debe la difusión de que soy abad de ese Monasterio Lamásico.
Aquellos que están asociados conmigo en el trabajo de la Jerarquía (los verdaderos discípulos están unidos en este trabajo), me conocen también con otro nombre y cargo. A.A.B. conoce dos de mis nombres.
Soy un hermano que ha andado un poco más por el sendero, y por consiguiente, tengo más responsabilidades que el estudiante común. He luchado y he abierto un camino hacia la luz y logré mayor cantidad de
ella que el aspirante común que leerá este artículo; por lo tanto, tengo que actuar como transmisor de luz, cueste lo que cueste. No soy un hombre viejo, con respecto a lo que la edad puede significar en un instructor,
y tampoco soy joven e inexperto. Mi trabajo consiste en enseñar y difundir el conocimiento de la Sabiduría Eterna dondequiera que encuentre respuesta, y esto lo llevo haciendo muchos años. Trato también
de ayudar a los Maestros M. y K.H. en todo momento, porque estoy relacionado con Ellos y Su trabajo. Lo expuesto hasta aquí encierra mucho, pero tampoco les digo nada que pueda inducirles a ofrecerme
esa ciega obediencia y tonta devoción que el aspirante emocional brinda al Gurú o Maestro, con el cual aún no está en condiciones de tomar contacto, ni puede lograrlo hasta tanto no haya transmutado la devoción
emocional en desinteresado servicio a la humanidad, no al Maestro.
dto.