Los cuatro caballeros

Los cuatro caballeros
- EAN: 9788483520222
- ISBN: 9788483520222
- Editorial: Martínez Barrios, Francisco Javier
- Año de la edición: 2007
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 160 X 220 mm.
- Páginas: 176
(0 Comentarios)
Comenta y valora este libro
AGOTADO
Otros libros de Terapias Alternativas
Los 4 diagnósticos chinos
Para los chinos tiene capital importancia el análisis diagnóstico del enfermo, que realizan bajo todos los aspectos posibles: análisis físico, psíquico y espiritual.
Un escrupuloso y exhaustivo análisis del enfermo sobre cuatro pilares independientes de la pulsología, como son: el color, el sonido, la palpación y el interrogatorio.
Indiscutiblemente para el médico occidental este minucioso examinar al enfermo parece extraño, sobre todo si tenemos en cuenta lo fácil que resulta diagnosticar después de contemplar un análisis químico. Pero el médico chino trata de evitar equívocos, estableciendo conclusiones después de realizar todos los análisis posibles, no conformándose con cualesquiera de ellos o con saber cuál es la enfermedad a través del síntoma. Téngase en cuenta que el médico chino busca el equilibrio completo y no la curación de una determinada enfermedad.
Detrás de una enfermedad puede haber otra u otras, y la obligación del médico chino es equilibrar totalmente al enfermo, por lo que su diagnóstico ha de ser tan profundo como seguro, deduciendo consecuencias del color, del sonido, de la palpación pulsológica, del examen fisiognómico, de los antecedentes familiares y del interrogatorio.
Este interesantísimo trabajo que presentamos viene realizándose en la milenaria China desde la época
del tratamiento acupuntural por vía empírica y creemos que su conocimiento, estudio y aplicación no debe
desdeñarse por el médico occidental
dto.
Método de hidroterapia : aplicaciones con el agua
El agua borra la mancha de tinta que ha caído en la mano y limpia la ensangrentada herida. Cuando, tras las fatigosas tareas de un caluroso día de verano, te limpias el pegajoso sudor de la frente con agua fresca, parece que recobras nueva vida; el fluido cristalino refresca, vigoriza, y produce bienestar. No bien la madre percibe en la cabecita de su tierno hijo costras o cualquier inmundicia, se apresura a lavarla con agua fresca o templada, según los casos.
Tres son las principales cualidades del agua; disolver, lavar, y vigorizar; que por si solas autorizan asentar el siguiente principio:
"El agua, en particular aplicada según nuestro sistema hidroterápico, sana todas las enfermedades no incurables; en razón a que las diferentes aplicaciones del agua tienden a desarraigar los gérmenes de la dolencia y son susceptibles de producir cualquiera de los efectos siguientes:
1. Disolver los gérmenes del mal que existen en la sangre.
2. Separar y eliminar las sustancais disueltas.
3. Restablecer la circulación normal de la sangre así purificada.
4. Vigorizar el organismo debilitado, devolviéndole la actividad perdida".
Lo que aquí se expone no son quimeras, hijas de una imaginación calenturienta, sino frutos que han madurado al calor de la reflexión, que si pueden parecer ásperos y duros a la gente preocupada, han de ser saboreados con placer por las personas de sano juicio. Lo que se expone basta para que pueda formarse juicio del nuevo huésped que llama a nuestras puertas; no se me oculta que unos le dispensarán favorable acogida y otros le cerrarán la entrada.
Las aplicaciones del agua descritas en esta primera parte son: Paños empapados o compresas, baños comunes, baños de vapor, baños de regadera o riegos, lavados, envolturas o fajas y uso interno.
dto.