Una guía de iniciación a los cristales, los horóscopos, las lecturas psíquicas y los hechizos, destinada al clarividente y a la bruja ocasionales. Una forma encantadora de adentrarse en lo místico para dar a conocer a los lectores los prodigios de la magia moderna, desde los cristales y la astrología hasta el trabajo con los chakras, la interpretación de los sueños y, por supuesto, ¡unos cuantos hechizos!

Magia práctica es el manual perfecto que aborda específicamente tres áreas principales: sanación, magia y adivinación. Está escrito en un tono ameno y cordial, y sus ilustraciones a color son hechizantes. Presenta de forma muy clara los temas de mayor interés y los combina con remedios caseros, instrucciones prácticas, y sugerentes rituales, en un formato moderno y elegante que cautivará la imaginación de las brujas buenas de todas las edades.

Situado entre la efímera belleza de los cerezos en flor y la disciplinada fuerza de los samuráis, Japón lleva mucho tiempo cautivando al mundo con su rica y centenaria cultura. Sin embargo, su atractivo también reside en el enigmático reino de las tradiciones populares, donde los kami Shinto y las deidades budistas coexisten con espíritus, yokai y un amplio abanico de criaturas fantásticas y prácticas ancestrales. Una dimensión encantada donde los mundos sobrenatural y humano se encuentran

Quizás el mal de ojo es uno de los actos mágicos más antiguos y legendarios, e indudablemente practicado en todo el mundo desde que el ser humano alcanzó ese eslabón de pensante.
El mal de ojo puede ser de dos tipos: involuntario y voluntario. El involuntario es el que realizan cada día millones de personas a través de pensamientos negativos, tales como la lujuria, la envidia, los celos, o bien murmurando y criticando sin cesar a otras personas.
Cuanto más sabia y más culta sea la persona, cuanto más ilustrada, cuanto más sana se encuentre, más fuerte será y mejores defensas adquirirá sobre las ya adquiridas. Es, pues, importantísimo que nuestros pensamientos sean positivos: es vital, ya que podríamos decir que el primer mandamiento a seguir para combatir el mal de ojo es que nuestra mente esté pura, blanca y fuerte. Y que el pensamiento de nuestro yo interior esté constituido por acciones positivas.