Relájate y disfruta coloreando esta colección de más de un centenar de hermosísimos y detallados mandalas, basados en los 38 preparados de esencias que desarrolló el médico inglés Edward Bach a principios del siglo XX, útiles para recuperar nuestro sosiego y serenidad y aliviar estados de angustia e inquietud.

Aprende a combinar los colores al mismo tiempo que favoreces tu concentración, relajación e imaginación rellenando mandalas, originales dibujos geométricos que podrás completar con lápices de colores o rotuladores. El libro va avanzando en dificultad para que perfecciones la técnica de forma gradual. ¡Saca el artista que llevas dentro!

Mandalas para los peques: una nueva herramienta pedagógica

¿En qué creemos cuando pintamos mandalas? No siempre somos conscientes de la respuesta, pero pintar un mandala es un ejercicio de fe. Tenemos fe en nosotros mismos, en la posibilidad de alcanzar la paz y la armonía, en nuestra conciencia, en nuestro ser interior y en la luz que emana el color y que atraviesa nuestros ojos para iluminar nuestro espíritu. La fe es un valor en sí mismo y, a menudo, no somos conscientes de su presencia en nuestra vida. Estos mandalas favorecen el encuentro con nuestra fe, porque representan un espacio para creer en que podemos crecer, desarrollarnos y liberar el alma en la búsqueda del cielo prometido.