El Padre Ricardo L. Gerula es autor de este clásico, considerado una obra fundamental en el campo de la investigación de la energía. ¿Cómo hizo el autor para escribir sin tecnología técnica ni informática un libro que llama hoy la atención? ¿Dónde se ubicó para vislumbrar entonces lo que tendría tanta vigencia hoy? Quizás, ¿encontró un PUENTE mediante el cual el futuro se filtraba a través de los entresijos inquietos de las búsquedas de los años 80 y 90? La respuesta es sí. Y ese puente se llamó: NUESTRO MANUAL de INSTRUCCIONES. Gerula se dio cuenta que cada uno de nosotros viene a este mundo provisto por nuestro Creador, con un MANUAL de INSTRUCCIONES: si vivimos de acuerdo con él, tenemos muchas posibilidades de vivir sanos, plenos y felices; y viceversa. Nuestra principal responsabilidad reside en conocer este Manual que nos acompaña desde siempre. Su trabajo de investigación, desde entonces y hasta hoy, fue ponernos al tanto de este Manual. También desde esta visión tan realista y original, nos ayuda a captarla UNIDAD existente entre los antiguos y los actuales investigadores: todos, desde distintos puntos de vista, trabajan sobre lo mismo; todos tratan de ampliar la comprensión de este MANUAL de INSTRUCCIONES que nos acompaña desde siempre.      

Todo es uno mismo es un libro práctico cuyo objetivo es proporcionar herramientas que nos ayuden a ser dueños de nosotros mismos.
El conocimiento de nuestro cuerpo y de las terapias naturales y su puesta en práctica son la base para llegar a sentir el pleno bienestar, y la plena consciencia de uno mismo en momentos en que la realidad nos puede derrumbar.
Ser diagnosticado de una grave enfermedad, como tener cáncer, por ejemplo, no ha de ser motivo para derrumbarse, desesperarse o pedir la atención de todos para que le salven; ha de ser más bien una oportunidad para poder cambiar, aplicar lo que se ha aprendido, y gozar de la libertad de decidir lo que se quiere experimentar.
Se trata de saber y no de creer; se trata de tomar las decisiones por nosotros mismos, de ser poseedores de nuestro destino; se trata de tener el coraje y la certeza de que la vida depende de cada uno de nosotros, y solo nosotros individualmente respondemos por ella.