Medicina Antroposófica IV. La imagen del hombre como base del arte de curar
Medicina Antroposófica IV. La imagen del hombre como base del arte de curar
- EAN: 9789509559547
- ISBN: 9789509559547
- Editorial: Antroposófica
- Año de la edición: 1998
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 140 X 200 mm.
- Páginas: 438
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Otros libros de Antroposofía
La gestión de la escuela. Una guía para las escuelas Waldorf. Principios y técnicas.
Las maestras y los maestros son ante todos los pedagogos. Normalmente, para las tareas de gestión escolar no han recibido formación. Pero, en la práctica, se encuentran con muchas tareas de gestión: gestión de proyectos, gestión de crisis y, según como, también con gestión de leyes y de cambios. "En mis viajes por muchas escuelas Waldorf de Europa, EEUU, Asia y África pude observar en todas ellas la pugna por alcanzar una buena autogestión. A veces, dependiendo del potencial de las personas, los procesos no transcurren tan bien como podrían transcurrir. Por Para ello, decidí escribir este libro específicamente dedicado a los problemas en la autogestión. Espero que las experiencias y los consejos que se exponen sean una ayuda para los maestros y las personas implicadas en las diversas tareas de la autogestión que han de llevar a cabo en la escuela. El libro contiene los principios y técnicas de gestión más importantes que vale la pena que conozcan todos los maestros y maestras, así como los miembros de la junta escolar. Ante todo, el libro informa sobre los motivos intrínsecos de la autogestión colegial en los que Rudolf Steiner había puesto su atención. He podido constatar que esos motivos a menudo se desconocen por completo, y que, al enterarse de ellos, muchos se sienten sorprendidos y nuevamente motivados". Me he esforzado en formular los puntos de vista más importantes sin utilizar un vocabulario antroposófico, en atención a las personas que hasta ahora sólo han conocido poco de la obra de Rudolf Steiner y la antroposofía.
dto.
Cómo se alcanza el conocimiento de los mundos superiores
"... el hombre sólo puede hacerse una idea clara de sí mismo, cuando adquiere conciencia de la importancia de pensar en su propio ser. El cerebro es el instrumento corporal del pensar. Así como el hombre sólo puede ver los colores si posee un ojo bien desarrollado, del mismo modo se sirve el cerebro bien configurado para poder pensar. No existe ningún sentimiento, ni entusiasmo comparables en sensación de calidez, belleza y elevación, como los provocados por los pensamientos puros y cristalinos que se relacionan con los mundos superiores..."
Rudolf Steiner, doctor en Filosofía y Letras, nació en 1861 en Kraljevec (Austria, hoy Croacia) y murió en 1925 en Dornach (Suiza). Cursó estudios de Ciencias sociales, Matemáticas y Filosofía en Viena. Sus numerosas actividades culturales como escritor, redactor y docente, tanto en Viena como en Berlin y Weimar, donde editó la obra científica de Goethe, van reflejando el compromiso que él sentía, cada vez más, de elaborar, al comienzo de nuestro siglo, una "ciencia espiritual de orientación antroposófica". Con la construcción del Goetheanum, Dornach (próxima a Basilea) se convierte en el centro de sus actividades.
La Antroposofía ofrece al hombre del siglo XX, que se hace preguntas sobre sí mismo y su destino, una nueva imagen del mundo y del hombre, aplicando la rigurosa metodología científica al desarrollo de la ciencia espiritual.
dto.
Fuentes espirituales de la pedagogía curativa
Es lícito que el ser humano de hoy pregunte: ¿dónde tomar el coraje y la capacidad intuitiva para obrar terapéuticamente? ¿Cómo desarrollar la intención curativa? En este pequeño ensayo se recopilan dos aportes que contienen importantes indicaciones para quien quiera dedicarse a la pedagogía terapéutica.
Ilse Rascher describe las virtudes que debería desarrollar el pedagogo curativo para su quehacer. Buscar la antroposofía como fuente espiritual y andar el propio camino interior que es diferente para cada persona.
Bernard Lievegoed sitúa el esfuerzo cotidiano del pedagogo curativo en el gran contexto científico-espiritual describiendo a la pedagogía curativa antroposófica como un campo de tres corrientes en el que el conocimiento micaélico se encuentra con el obrar rafaélico y, en el medio, la tarea de la nueva conformación social.
El pedagogo curativo trabajará con el hombre en devenir. En el encuentro con el niño -de ser a ser-, él apunta hacia una meta de desarrollo y, en el camino hacia esa meta, se convierte en el acompañante del destino; el camino del destino puede ser curación.
dto.
La encarnación de Cristo en Jesús de Nazaret
De entre todos los Seres de los mundos superiores, sólo existió uno que debió, o también podemos decir que quiso pasar por la muerte: Cristo. Para realizarlo, debió descender a la Tierra. A fin de que un ser de los mundos superiores pudiera efectuar lo que fue necesario para la evolución de la tierra, Cristo, de un mundo en que no existe la muerte, debió descender al mundo en que la muerte existe.
¿Qué sucedió en realidad? De los mundos suprasensibles Cristo descendió al mundo en el cual El vive desde entonces, si bien como una fuerza oculta la que, sin embargo, a partir del siglo XX se revelará.
Si paso a paso muchísimos seres humanos encuentran el camino a la comprensión del impulso de Cristo, quizá aparecerá como el más profundo cristianismo, lo que en el presente muchos, que se imaginan ser representantes del cristianismo, rechazan como herejía.
Entonces este impulso obrará en la humanidad en la forma aceptable para todos, porque Cristo no apareció para una nación, sino que El es el Ser que puede penetrar en toda alma humana sin distinción de nación ni religión.
dto.