Por la senda de la sabiduría
Por la senda de la sabiduría
- EAN: 9788410194854
- ISBN: 9788410194854
- Editorial: Mandala Ediciones, S.A.
- Año de la edición: 2025
- Medidas: 165 X 235 mm.
- Páginas: 151
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Disponible 48/72 horas
Descripción
Se ha dejado deslumbrar por los neones de la fama sólo para comprobar que esa efímera luz no llenaba el vacío que crecía en su interior, un vacío existencial difícil de soportar. "De nuevo te has perdido en tu búsqueda, Lucien, te has dejado atrapar por la maya. La más hábil y perversa prestidigitadora, que vela la visión, enturbia la mirada y dis-torsiona la percepción. Es un dulce veneno que intoxica las células del cerebro y hace que nos obsesionemos por lo más insustan-cial e innecesario”.
Otros libros de Calle, Ramiro
Enseñanzas y parábolas de Buda y Jesús
A menudo, los grandes maestros han recurrido a símiles o parábolas para explicar lo que está más allá de la evidencia, sobre todo cuando se encontraban ante un auditorio no iniciado. A pesar de su intención humildemente didáctica, constituyen pequeñas joyas narrativas en cuanto a su intencionalidad y economía expresiva. Su lectura puede constituir el principio de un viaje hacia la reflexión y la sabiduría.
He aquí, recogidas y comentadas por Ramiro Calle, las enseñanzas y parábolas de Buda y de Jesús, quizá los maestros de la Antigüedad más cercanos a nosotros por sus concepciones sobre el amor, la paz y la dignidad humana.
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Los cuatro estados sublimes de la mente
Todo ser humano quiere ser feliz y no desgraciado. Sin embargo, la ofuscación de la mente a menudo desencadena conflicto, fricción y desdicha. El gran antídoto para el inútil sufrimiento de la mente son las cuatro maravillosas cualidades que, de tan espléndidas que son, Buda las denominó Residencias Celestiales o Santas
Moradas: el amor incondicional, la compasión, la alegría compartida y la ecuanimidad.
El cultivo, desarrollo y despliegue de estos cuatro estados sublimes va propiciando en la persona una profunda, estable y enriquecedora dicha interior. Lo mejor que uno puede hacer por sí mismo y por los demás es cultivar las Santas Moradas y darle así a la vida un precioso sentido de ayuda. Como reza la antigua instrucción mística: «Estamos en el camino para ayudarnos. No hay otra cosa que el amor».
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Las enseñanzas del búfalo sagrado
Un celebre psicoterapeuta, habiendo perdido el sentido de su vida, decide viajar por Oriente para buscar a personas de elevada espiritualidad que le reorienten para explorar su realidad interna y conectar con la fuente de sabiduría.
Entra así en contacto con un insólito personaje, que es el sacerdote de una de las más antiguas tribus del mundo, que le enseña milenarios métodos para sintonizar con el "elemento de no-muerte" y poder recuperar un conocimiento superior en "el lugar anterior al pensamiento". Le somete a asombrosos ejercicios para modificar sus actitudes mentales y seguir la senda hacia la paz interior.
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La conquista de la mente serena
Todas las vías soteriológicas han considerado sumamente importante para el progreso interior la conquista de la serenidad mental, es decir, la superación de los pensamientos reactivos y las ideaciones electivas, la eliminación de obstrucciones y contaminaciones mentales, el refrenamiento de los factores insanos.
Cuando cesa el pensamiento reactivo, brota una nueva
energía muy penetrante y esclarecedora en la mente. Cuando se reducen las ideaciones, va sobreviviendo una visión más pura y reveladora. La quietud de la mente siempre ha sido buscada por la genuina técnica de autorrealización, porque de ese modo la mente, libre de inútiles tensiones e identificaciones, puede captar verdades de orden superior y aprender a mirar los fenómenos tal y como son y en su modo final de ser. Para conquistar la serenidad de la mente se requiere un
sadhana, un ejercitamiento. Este ejercitamiento en los sistemas soteriológicos solventes implica siempre moralidad genuina, adiestramiento psicomental y establecimiento de la sabiduría. La meditación es fundamental.
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