Protectores invisibles
Protectores invisibles
- EAN: 9788478083541
- ISBN: 9788478083541
- Editorial: Editorial Sirio, S.A.
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 140 X 210 mm.
- Páginas: 272
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AGOTADO
Descripción
Protectores invisibles es mucho más que un testimonio excepcional de un Clarividente excepcional . Charles Webster Leadbeater, al narrarnos sus sorprendentes vivencias en este maravilloso libro, nos clarifica las causas de la presencia de todo fenómeno. también nos demuestra que todo efecto producido por una causa desconocida tiene su explicación científica, aun cuando muchos de los actuales hombres de ciencia no poseen el suficiente conocimiento para darla, sobre todo, dentro de los planos que actualmente esta estudiando para parapsicología.
C.W. Leadbeater, discípulo directo de H.P. Blavatsky con quien viajo a la India en el año 1885, tras superar incontables obstáculos supo convertirse en un autentico teósofo. Profundo investigador sobre doctrinas gnosticas y místicas, logro desarrollar sus facultades latentes de clarividencia hasta niveles extraordinarios. Protectores Invisibles es una diáfana prueba de la innata capacidad psíquica que posee el ser humano.
El libro excepcional
Universal creencia en ellos
Algunos ejemplos modernos
Experiencia personal
Los Protectores
Realidad de la vida suprafísica
Intervención oportuna
Historia de un ángel
Historia de un incendio
Materialización y repercusión
Los dos hermanos
Evitando un suicidio
El niño perdido
Historia de Ivi
Típicos casos ordinarios
Naufragios y catástrofes
La acción entre los muertos
La obra en la guerra
Otros aspectos de la tarea
Cualidades necesarias
El sendero probatorio
El sendero propiamente dicho
Más allá
Los ángeles custodios y otros protectores invisibles
En el crepúsculo
Otros libros de Teosofía
El sexo
El sexo es en realidad solo la relación de la naturaleza inferior con el yo superior; luego es elevado a la luz del día, a fin de que el hombre pueda alcanzar la completa unión con la divinidad. El hombre descubre que el sexo (que hasta entonces ha sido una función puramente física, realizada a veces bajo el impulso del amor) es elevado a su correcto plano como el matrimonio divino, realizado y consumado en los niveles de la percepción del alma.
Esta gran verdad subyace en la historia sórdida de la expresión del sexo, la magia sexual y las distorsiones de la moderna magia tántrica.
La humanidad ha aminorado el simbolismo y sus pensamientos han envilecido al sexo hasta convertirlo en una función animal, y no ha sido elevado al reino del misterio simbólico. Los hombres han tratado de obtener, por medio de la expresión física, la función y la Armonia internas que anhelan, y esto no se puede hacer. El sexo solo es el símbolo de una dualidad interna que debe ser trascendida y llevada a la unidad. No se trasciende por medios o rituales físicos, sino que es una trascendencia en la conciencia.
dto.
Luz en el sendero
Un paso importante en la carrera literaria y oculta de Mabel Collins fue la publicación de Luz en el Sendero, desde entonces altamente valorada por varias generaciones de estudiantes místicos en todo el mundo.
De acuerdo a una inscripción en un ejemplar autografiado de este libro, el trabajo comenzó bajo la guía del adepto griego conocido como Hilarión, en octubre de 1884, y el corto ensayo sobre Karma habiendo sido escrito el 27 de diciembre de 1884.
Parece ser que en 1884, tres días antes de que H.P.B. partiera rumbo a la India, recibió la visita de Mabel Collins, la cual le mostró una o dos páginas de su manuscrito, en el que H. P. B. reconoció algunas expresiones que le eran bien conocidas. H. P. B. no vio el libro impreso hasta que Arthur Gebhard se lo dio en el verano de 1886.
La manera en que fue escrito este libro se describe en el Capítulo diez de otra obra de Mabel Collins que lleva por título Cuando el Sol se mueve hacia el Norte. Los “Comentarios” sobre Luz en el Sendero comenzaron a aparecer en la revisa Lucifer en septiembre de 1887, en varias entregas, firmadas con el triángulo usual.
En una fecha posterior, Mabel Collins le dijo a John W. Lovell [Reminiscences of Early Days of the Theosophical Society , The Canadian Theosophist, vol. X, junio 1929] que sólo las 42 reglas se le habían dado de la manera descrita por ella, y que las Notas y Comentarios fueron suyos, y no fueron dictados por nadie.
dto.
