EL ARTE DE ESCUCHAR LA VIDA Y DE ALINEARSE CON SUS MENSAJES

¿Hay una sabiduría que lo contiene todo? 

¿Hay algún propósito en todo lo que sucede? 

¿Hay alguien ahí? 

En El lenguaje del alma descubrirás que la respuesta es definitivamente SÍ: sí, la Vida es sabia; sí, todo lo que ocurre en la vida y en el cuerpo tiene sentido; y sí, hay alguien que siempre está ahí para nosotros, y ese alguien es nuestra alma. 

Tanto desde lo que percibimos como realidad externa (lo que parece estar ahí fuera) como desde nuestro interior, el alma nos envía sus mensajes en una miríada de formas, y para poder comprender lo que ella nos dice es preciso despertar un arte que hemos olvidado: el arte de escuchar la Vida. 

Las llamadas del alma (o los mensajes de la Vida) llegan en tres niveles: 

• El primer nivel te da la oportunidad de alinearte instantáneamente a través de escuchar tu voz interior, tu intuición y las sincronías que aparecen en tu vida. 

• El segundo nivel es el de las llamadas suaves, que son las que se manifiestan como contratiempos, dificultades y sensaciones incómodas en tu cuerpo. 

• El tercer nivel corresponde a las llamadas intensas, que son las que transmiten poderosos mensajes a través de síntomas físicos o enfermedades. 

Comprender la llamada del alma te permitirá alinearte con la Vida en cualquier situación, por desfavorable que parezca, y recoger el regalo que allí se encuentra.

Tanto los grandes maestros espirituales como los grandes científicos, como Nikola Tesla, coinciden en que en nuestro mundo todo pulsa y palpita, todo vibra, y estas vibraciones tienen sus propios ritmos y sintonías que marcan nuestras vidas. La vibración es vida, la vida vibra.

En la formación material del cerebro podemos intuir el manuscrito del espíritu, que nos ha unido potencialmente a la idea arquetípica de un hombre perfecto «a imagen y semejanza». Su propia configuración anatómica nos permite vislumbrar este potencial de desarrollo liberador.

Si aprendemos a leer esta signatura en la manifestación material de nuestras estructuras cerebrales, podremos comprender cuán insospechadas espirales de consciencia se encuentran todavía abiertas ante nosotros y percibiremos un camino trazado por el cual el espíritu se despliega hasta la materia.

La idea arquetípica del espíritu se abre paso hasta la materia.