- Antiguos mitos y leyendas exaltan las poderosas energías de los árboles al situarlos en el centro del mundo, como vínculo entre la fuerza de la vida y la tierra.
- Una guía exhaustiva que le permitirá descubrir y utilizar esa energía arbórea y que, además, explica con claridad el proceso del desarrollo personal y la autosanación.
- "Un libro de una belleza impresionante en el que se analiza con delicadeza el significado que tienen los árboles y la naturaleza para nosotros".

Con técnicas prácticas y ejercicios detallados que le ayudarán a acceder a las energías de los árboles. Incluye explicaciones sobre aceites arbóreos con capacidades curativas, así como ejercicios de meditación para la sanación y del desarrollo personal acompañados de preciosas fotografías de árboles majestuosos.

"Acabamos por darnos cuenta de que cada árbol contiene un cierto tipo de energía, y que esta varía en función de cada especie; algunos árboles tienen un efecto que fomenta la fluidez, mientras que otros pueden alentar la dulzura o la receptividad".

Este libro, Los árboles sanadores, trata de las relaciones entre las personas y los árboles, esos vecinos tan cercanos, tan imprescindibles, y sin embargo, a menudo poco conocidos u olvidados. Ensalza sus virtudes, cita los cuidados que requieren y descubre decenas de usos caseros que nos permitirán hacernos con sus servicios alimenticios, medicinales y cosméticos. Pero no solo los comtempla como donantes altruistas de bienes materiales y bomdades ambientales, sino también como fuente de energía espiritual y sabiduría ancestral.

Cómo aprenden los árboles a lidiar con el cambio climático y por qué el bosque nos salvará si se lo permitimos. ¿Tienen los árboles la capacidad de aprender? ¿Saben adaptar su comportamiento a la subida de las temperaturas y a la sequía asegurando así su supervivencia? ¿Podría ser que hasta transmitan sus experiencias y su conocimiento a su descendencia para prepararlos mejor frente al calentamiento global? No sólo el cambio climático está causando problemas a los árboles, sino que sobre todo las intervenciones
de los humanos están amenazando los bosques...

«La muerte de los bosques caducifolios se extiende paralelamente a la muerte de las plantaciones como un fuego ardiente, pero con una diferencia esencial: las plantaciones mueren debido a las altas temperaturas del verano, mientras que la muerte de los viejos bosques caducifolios se debe a las sierras eléctricas. Es hora de parar la despiadada sobreexplotación».