Relaciones kármicas III
Relaciones kármicas III
- EAN: 9788489197732
- ISBN: 9788489197732
- Editorial: Editorial Rudolf Steiner, S.A.
- Año de la edición: 2002
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 130 X 200 mm.
- Páginas: 222
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Meditación y experiencia con el Cristo
La transformación de la propia vida a través del camino del conocimiento meditativo de la antroposofía, es el tema que Jörgen Smit trata en este libro. Describe en primer término como puede lograrse un fortalecimiento de las fuerzas anímicas interiores, las fuerzas de la representación y del pensar, por medio de meditaciones de imágenes o de palabras. Pero esta transformación interior debe ser acompañada por la elaboración de la propia biografía: ¿Cómo se ha desarrollado mi vida? ¿En qué forma han participado otras personas en ella? ¿Quién o que soy yo en última instancia? A través de esa retrospectiva biográfica se despertara una sensibilidad para las relaciones con otros hombres y una postura objetiva frente al propio ser. Si se logra vencer el miedo a los momentos serios del autoconocimiento, la transformación de las relaciones con los demás generará una profunda relación personal hacia aquel ser que desde la transición de los tiempos acompaña el desarrollo de la humanidad. La meditación es el camino antroposófico del conocimiento. Conduce a una maduración de la personalidad donde el hombre llega a conocerse a sí mismo como un ser en evolución cuyo desarrollo se halla acompañado por la presencia de Cristo.
dto.
Devenir contemporáneo. ¿Cómo podemos metamorfosear el mal?
Huimos ante los miedos de nuestra época. Tras cada victoria contra el terrorismo y la violencia, estos miedos se deslizan de nuevo en nuestra existencia. En un momento en que cada individuo de cualquier parte del mundo se enfrenta a sucesos mundiales terroríficos, nos hemos convertido en "espectadores", incapaces de gestionar o participar en tales sucesos. ¿Qué podemos hacer?
El camino maniqueo nos puede enseñar cómo superar este estado de inercia o de "espectador" y cómo redimir las fuerzas del Mal que están en acción. Desde hace casi dos mil años, la corriente espiritual del maniqueísmo nos ha abierto una vía para que partiendo de la impotencia, plantemos cara a las catástrofes de nuestro tiempo. Este sendero maniqueo en el trato con el Bien y el Mal es una manera de salir de la dualidad en la que todavía estamos inmersos hoy en día, e ir hacia una actitud de compasión real que trabaja no sólo al nivel del alma, sino también al nivel de la sustancia etérea viviente de la humanidad.
El ser humano puede ser entendido como una mezcla, un entretejido de las fuerzas del Bien y del Mal. Si aceptamos la oscuridad, así como la luz en nosotros mismos, hay un camino de curación mediante el cual puede ser transformado no sólo el dolor causado por el Mal, sino el mismo ser del Mal.
La corriente espiritual maniquea ha sufrido muchas transformaciones, a partir de los ismaelitas y la Escuela de la Ishraqyun y otros grupos en Oriente hasta los bogomiles, cátaros, templarios y otros en Occidente. Hoy en día, la cuestión principal es cómo vivir y practicar este impulso.
Christine Gruwez describe en este libro las cinco etapas de un sendero moderno de iniciación maniquea que permitirá a cada cual confrontarse al Misterio del Mal y le ayudará a transformar su camino de huida en un camino de conocimiento.
Acepto la oscuridad a mi alrededor aprendiendo a aceptar la oscuridad dentro de mí; a partir de ahí, puedo redimir la oscuridad en mí con la ayuda de la luz que hay dentro de mí.
dto.
Dirección espiritual del hombre y la humanidad
Las Jerarquías Espirituales guían al niño desde su nacimiento hasta que empieza a tener memoria, colocándole primero en relación con la fuerza de la gravedad, formando después su laringe y estructurando por último su cerebro.
Rudolf Steiner nos relata como dichas entidades han guiado a la Humanidad a través de los tiempos (época hindú, egipcio-caldea y griega), y esa ayuda ha permitido que el hombre haya podido evolucionar.
Es muy interesante ver la actuación de las diferentes Jerarquías hasta que, a partir del período greco-latino, en el que Cristo descendió hasta el mundo físico en el cuerpo de Jesús de Nazareth, él se convirtió en el Guía de los mundos sucesivos de la evolución. Él impregna de espíritu todo el sistema solar, incluso a las Jerarquías superiores.
dto.