Vivimos en una cultura proyectada hacia adelante. Hemos aprendido que algo en el futuro producirá una sensación de bienestar y nos esforzamos por lograr ese algo. Pero es este mismo esfuerzo lo que produce insatisfacción. La necesidad constante de lograr lo que creemos que es mejor que lo que tenemos ahora nos estresa y nos sitúa en un círculo de dolor interminable. Nos han enseñado que cuando logremos ciertos objetivos seremos felices y estaremos satisfechos, pero eso no es cierto. Si tu bienestar está condicionado por que se cumplan tus preferencias, lo más probable es que no te sientas nunca bien. Ariel y Shya Kane te ofrecen en estas páginas la oportunidad de alcanzar, por ti mismo, la transformación. Iluminación práctica no es una pastilla que arreglará tus defectos y te hará perfecto, es una luz para iluminar interiormente el conocimiento natural de que ya eres perfecto, justo de la manera que eres. Entonces, experimentarás la iluminación. Su método (sencillísimo y asombrosamente efectivo) te demostrará que el camino hacia la felicidad puede ser fácil e indoloro desde el momento en que elimines de la ecuación la angustia que te generan las nociones de «corregir» y «conseguir». Entonces, la existencia se transforma.

Seguro estoy de que cualquier persona que, callejeando, encontrara una joya a sus pies, la cogería y, sin más, seguiría adelante. Pero si, en lugar de una joya fuese un joyero, pues tanto mejor para los dos. Me refiero a este libro, que no sólo es una joya sino un joyero repleto.

Ahora bien, considerando que no es del todo correcto que eso el autor lo diga de su propia obra, mucho le gustaría que el lector, tras comprobarlo, lo dijese él mismo.

A Dios gracias, éstas no son joyas para las narices, las orejas, las manos, el ombligo o cualquier otra parte del cuerpo, tan de moda hoy, sino para embellecer y alumbrar los oscuros rincones del alma, razón por la cual, aun recomendaría que el bibliófilo que entrase en la vorágine de estas rarezas, se permitiese un alto meditativo de cuando en cuando.

"Estaba yo en el centro mismo de la oscuridad, de la nada, sin la menor conciencia de mí; más que dormido, muerto, más que muerto, inexistente: un tronco varado a la orilla de la corriente. Luego empezó a clarear el alba, con mucho cuidado, como llamándome, como queriéndome despertar sin sobresalto; y, cuando por fin abrí los ojos, tuve que volver a cerrarlos porque me quemaba el sol".

Este libro te ayudará a abrirte a una vida más auténtica. Puedes aprender a amarte a ti mismo, iniciando un proceso de dar y recibir que te transformará. Puedes acabar con tu sufrimiento y conectar con la alegría. Puedes dedicarte a lo que te apasiona y aprender a expresar tus mejores cualidades. Puedes realizar tu propósito y mantener una relación igualitaria con tu pareja que sea gratificante para ambos.

Tienes a tu alcance todos los dones de la vida y del amor. Basta con que hagas tu parte y abras el corazón a recibirlos.